Viene AMLO

Marcelo Salinas|En Órbita

El presidente Andrés Manuel López Obrador estará en Quintana Roo el próximo domingo 2 de febrero. Visitaría Playa del Carmen para verificar 11 obras realizadas de manera tripartita entre los gobiernos federal, estatal y municipal. Es factible un encuentro con demás autoridades por las temáticas en común, desde la seguridad hasta el Tren Maya.

¿Qué encontrará en Solidaridad? ¿Qué encontrará de Morena? Críticas y enormes desafíos a la vista. En Playa del Carmen y alrededores, bajo la administración de Laura Beristain Navarrete, los problemas se acumulan debido a un Ayuntamiento debilitado. Conocidas son las historias en torno a despedidos, graves acusaciones y malas calificaciones.

Si el gobierno sería capaz de enderezar el rumbo, es un “veremos”. Dependerá de un cúmulo de factores internos y externos; lo cierto es que el arranque fue complicado y no ha podido pisar firme. Le ha faltado apoyo y visión. En esa madeja de confusiones, su presidenta municipal ha optado por declararse “independiente”.

La situación local de Morena, o de sus retazos, no es tan distinta a la nacional: choques de tribus, intereses cruzados, rumbo perdido, futuro incierto. No hay comité directivo estatal y la pelea por la silla se circunscribe a la de arriba, que es un pleito por resolver en tribunales y no solamente con voluntad, la que evidentemente ha escaseado.

Es posible que el presidente conozca en detalle los escenarios. Le relatarán además, seguramente, sobre Cancún y Chetumal; lo último de la XVI legislatura; la relación de senadores y diputados federales con el gobierno estatal, o de la alianza con el Verde y PT rumbo al 2021 y 2022. Por supuesto, no todo es malo como lo pintan.

De lo más rescatable es la solidez en el Congreso con la llegada de la también morenista Reyna Durán Ovando, tras la salida de Édgar Gasca Arceo, quien no consumó la estabilidad ni mucho menos la agenda legislativa ofrecida en campaña.

Los cambios clave en la estructura organizacional, las auditorías en marcha y los consensos con otras fuerzas o representaciones, dan cuenta de una dinámica distinta, favorable para muchos, con lo cual queda atrás un periodo gris. Debiera seguir la consolidación y luego la proyección por todo lo que estará en juego.

Allí viene el líder de los que encaran serios conflictos, un conocedor de la realidad política y social del estado, ajeno a las grillas partidistas internas del momento, y con más ganas de avanzar que de esperar acuerdos convenencieros.

Si le van con cuentos, no los comprará.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES Q.ROO)

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*