Ni sorpresa ni escándalo

Marcelo Salinas | En órbita >> Las autoridades de Quintana Roo han confirmado un repunte de casos positivos desde el retorno gradual a las actividades. Adelantaron que por estos días se reflejaría más, tras concluir el periodo de incubación del virus y cuando ya disponen de los resultados de laboratorio.
Por lo que se ha visto, no todos han cumplido rigurosamente las medidas sanitarias ni acatado las restricciones. En concreto, Chetumal podría regresar al color rojo del semáforo y en Cancún también se han encendido nuevamente las alertas. Playa del Carmen reporta una inquietante alza de activos.
En este espacio anticipamos que jefes a cargo de la “primera línea” advirtieron hace días un incremento en las zonas norte y sur, y que no se descarta el regreso al aislamiento, como en Europa, donde durante mes y medio algunos países (o zonas de países) estuvieron entre “prueba y error”: emprendiendo la recuperación y volviendo a las prohibiciones hasta encontrar una fórmula eficaz.
Esta semana que inicia es clave para la evaluación, que se complica al juzgar las cifras de jornadas recientes, por el reporte de mayor movimiento en los hospitales durante los últimos días y porque la reactivación está en marcha con datos positivos en vuelos, por ejemplo. La toma de decisiones será un gran dilema considerando que sólo hay dos opciones cuando se trata de la economía: ver cómo sigue en depresión o recuperarla.
En cualquiera de los dos escenarios el llamado es cuidarse, protegerse, evitar la propagación y ser solidarios en todo sentido. La salud está primero, insisten médicos y expertos; por lo tanto, con esa premisa imbatible, aunque a cuestas, deberá reconstruirse la fortaleza del estado en turismo, empleos y demás indicadores por los cuales ha destacado en el país.
Lo que ahora sucede era previsible. Convivir con el coronavirus es un riesgo latente, por lo cual resulta lógico el aumento en los registros. En términos generales, se han hecho bien ciertas tareas, como reducir la movilidad cuando se requirió en la peor etapa, salir de los primeros lugares y disminuir el alto promedio de muertes. Quizá se ganó demasiada confianza.
El foco de atención, de análisis, debe colocarse desde la reanudación de labores a la fecha. Ser autocríticos, aplicar mano firme, retroceder si es necesario y volver a empezar si las condiciones nos obligan. En fin, lo que vemos en otras regiones del mundo. Nadie debiera sorprenderse ni escandalizarse si ocurre.
La misión es evitar “rebrotes” y avanzar cuanto más sea posible.

(Opinión publicada en Novedades. Cancún, Q.Roo, 29 de junio de 2020)