Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Ninguna alianza de facto ni declinación. Nada de lo que se habló estos días se concretaba hasta ayer: ni el MAS tira la toalla a favor de la 4T, ni Movimiento Ciudadano hacia el PRI, ni éste va con PAN-PRD-CQ, y tampoco la alianza con el solitario PRI. Ninguna de las anteriores es jurídicamente viable. Sólo rumores. Las boletas están impresas, distribuidas, y las cinco personas que contienden por la gubernatura aparecerán en las papeletas el 5 de junio. Incluso, una declinación es lo más cercano a lo “imposible”, aunque la política es el arte de lo imposible.
Mara Lezama, Laura Fernández, Leslie Hendricks, José Luis Pech Várguez y Nivardo Mena siguen en competencia. Se publicó en este espacio cuando cundió la primera versión hace algunas semanas: los pactos debieron consolidarse antes, no en la recta final. No es jugarreta. Probablemente, la ciudadanía castigaría un plan así.
En cambio, se confirma la idea que se tuvo antes del arranque proselitista: la forma de competir para ganarle a Morena y sus aliados era con una megaalianza y enarbolándola un perfil competitivo. Ese pacto no se consumó, algunos prefirieron ir solos y otros desecharon la posibilidad. Los números adornarían hoy un panorama diferente.
No se puede dinamitar el futuro inmediato con tales amagues. Ganará un bloque o un partido, y los demás que conformarán “la oposición” entrarán en una profunda fase de reflexión para encarar al próximo oficialismo y alistarse para el 2024, cuando habrá elecciones presidenciales y en Quintana Roo se elegirán ayuntamientos y el Congreso del estado nuevamente. Se ve lejano, pero representa apenas un suspiro en los tiempos del reloj electoral.
La posible alianza puede darse, sin embargo, tras el 5 de junio; o sea, dar los primeros pasos en dirección al 2024 porque las dirigencias nacionales han manifestado cierto deseo, particularmente las del PRI, PAN y PRD, que en los otros estados pudieron llevarla a cabo, e igualmente en ambas cámaras legislativas donde le han atajado reformas clave a Morena.
Con toda seguridad los resultados del 5 de junio propiciarán una correlación de fuerzas. Por todo aquello sería absurdo aventurarse en una alianza de facto en el estado a días de la jornada comicial; sobre todo, cuando las encuestas no le dan posibilidades reales a la mayoría de los mencionados. No querrán hipotecar su futuro ni someterse a terceros.
Pese a todo, surgen voces que advierten: los cierres suelen ser adrenalínicos y sorpresivos. ¿Una declinación menor? Ya veremos.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 27 DE MAYO DE 2022).
