Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Confirmada la noticia de que el PRI no tendrá alianza de facto con PAN-PRD como se especuló erróneamente, y que además su candidata a la gubernatura Leslie Hendricks no declinará por nada ni nadie -como también se rumoró-, queda reflexionar sobre la intentona de los dirigentes de la alianza “Va por Quintana Roo”. ¿Cuál es el resultado de su argucia electorera?
Primero. Pedro Joaquín Delbouis, coordinador general de la campaña de Leslie Hendricks, ratificó los dichos del dirigente Pedro Flota quien desmintió en conferencia el supuesto acuerdo de facto en beneficio de los aliados; no obstante, sí anunció la denuncia penal por presunto delito electoral debido a las supuestas ofertas vía WhatsApp, dirigida a sus candidatos en los Distritos, para claudicar en beneficio de otros. Ni declinación ni alianza de facto, pero sí denuncia. Eso es. Aquello refleja que tanto política como jurídicamente un buen acuerdo es imposible a estas alturas.
Segundo. El contraataque en redes fue dirigido a Faustino Uicab, quien lanzó una acusación que le rebotó en la cara: sostuvo que el dirigente priísta traiciona al PRI y ayuda al Partido Verde. Cuando el dirigente panista fue regidor en Isla Mujeres, votaba todo a favor de Juan Carrillo, hoy diputado federal… del PVEM. Notas periodísticas abundan sobre sus “enredos” con esa administración municipal. En el PRI se preguntan entonces, “¿quién ha sido el traidor?”
El mismo Pedro Joaquín recordó un hecho irrefutable: perdió la reelección en 2021 por las trampas del PAN, que operó para el voto cruzado en Cozumel. Los análisis al respecto pululan en la red detallando «los números de la traición”. Uno de los priístas más votados sabe lo que habla, lo sufrió en carne propia.
Tercero. Pese a todo el cruce de palabras, se mantiene la idea de un acuerdo hacia el 2024 entre las partes, para la elección presidencial y cuando en Quintana Roo se disputarán los 11 ayuntamientos y el Congreso del estado. La alianza nacional se conserva en otros estados con elecciones y sobre todo en ambas Cámaras legislativas, donde le han frenado iniciativas clave a Morena. Una diferencia local será remediable por un “bien mayor”. “Está a salvo”, contesta Pedro Joaquín en torno al acuerdo del ámbito nacional.
Leslie Hendricks suma y sigue, ha desarrollado una auténtica campaña de propuestas, lejos de la polémica y el escándalo. La estridencia nunca ha sido lo suyo, prefiere construir y dialogar. El grupo que comanda es genuinamente priísta, con Pedro Flota, Pedro Joaquín Delbouis, Candy Ayuso, Luis García y otros que se han visto en el curso del proselitismo.
El PRI empezó ganando cuando arribistas y convenencieros se fueron, dejando la operación a los auténticos. Se ha fortalecido su panorama general durante la campaña, reconociendo errores del pasado y proponiendo mejoras para el estado donde fue amor y señor. Si no gana en las urnas, el futuro le sigue prometiendo porque podría convertirse en la oposición real. Para ser la “verdadera oposición”, se necesita más que números: unidad, discurso, base, plataforma, militancia y dirigencias activas. Los demás partidos tendrán que reinventarse después del 5 de junio. El PRI ya comenzó.