Cancún, 11 de agosto de 2020.- El cubrebocas, si se usa correctamente, es la medida más económica, sencilla y eficaz para evitar contagios por Covid 19 y permitir que la población tenga ingresos económicos al reabrirse negocios e industrias de forma progresiva y segura una vez que disminuye el número de enfermos por transmisión del virus.
Hasta el momento no ha llegado a México una vacuna ni una medicina efectiva contra el SARS-CoV-2, entonces ¿qué hacer si las personas deben salir de sus casas para trabajar, tener ingresos y evitar, a la vez, nuevos confinamientos?
Un estudio de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, sostiene que el uso masivo de cubrebocas disminuye la propagación de la enfermedad y cuando se combina con hábitos de higiene y sana distancia previene futuras oleadas del virus.
El SARS-CoV-2 se transmite a través de gotas en el aire que exhalan las personas contagiadas, al hablar, toser o estornudar. Estas personas pueden tener o no síntomas.
Para su estudio los investigadores utilizaron modelos matemáticos en los que el número R equivale a la cantidad de personas a las que una sola persona transmite el virus. Para que la pandemia amaine, el número R debe ser menor a 1.
Los modelos demostraron que el uso de cubrebocas es dos veces más efectivo para reducir el número R si se utiliza antes de que la persona transmisora presente síntomas.
También demostraron que si al menos el 50% de la población utiliza cubrebocas de manera rutinaria, el número R se reduce a una cifra menor que 1.
De esta manera se puede aplanar la curva de contagios y relajar las medidas de confinamiento que han causado pérdida de empleos, ingresos y, en general, medios de vida para la población.
Para que sea efectivo, al cubrebocas hay que usarlo correctamente.
Si sólo se cubre la boca, los microorganismos que se quedan en la parte externa de la mascarilla se van a respirar por la nariz y eso provocará que la persona enferme.
Por eso debe cubrir completamente boca y nariz. Y no debemos moverlo.
Como la mayoría de los mexicanos no están acostumbrados a usarlo, el primer reflejo es tocarse la cara y tratar de acomodarlo todo el tiempo, pero al hacerlo lo están contaminando.
Para evitar esto debemos estar conscientes que tenemos un objeto en la cara para protegernos. Que no lo podemos tocar, que debemos utilizarlo cubriendo nariz y boca y, de preferencia, que esté lo más adherido a la estructura de nuestra cara y no tenga espacios de salidas de aire.
También es muy importante el retiro y colocación del cubrebocas; hay que lavarse las manos con agua y jabón antes de colocarlo y después de retirarlo; si no es posible, se puede utilizar gel antibacterial.
Finalmente, para los cubrebocas reutilizables lo ideal es meterlos en bolsas de papel para resguardarlos, nunca de plástico porque generan humedad y pierden su efectividad.