Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Uno de los compromisos más firmes de Mara Lezama fue incluir en su gabinete a mujeres y hombres de Chetumal, la ciudad capital que, se comprometió, va a recuperar su brillo histórico. Y qué mejor hacerlo con los suyos, en posiciones de poder, involucrados de lleno en la toma de decisiones, partícipes del Gran Proyecto de Nación y velando por su tierra.
La frase «no al escrito, sí al territorio» de la gobernadora, les invita a trabajar codo a codo con la ciudadanía para abatir la brecha norte-sur, en post de recuperar el sitial de honor que merece el municipio capitalino, donde inicia México y que hace frontera internacional, una condición estratégica muy relevante en tiempos de globalización, de conectividad y de cambios transfronterizos con Centroamérica.
En ese contexto la presencia chetumaleña en el gobierno se fortalece como nunca, con profesionales de probada capacidad: Cristina Torres Gómez en la Secretaría de Gobierno; Linda Cobos Castro en Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca; Irazú Sarabia May en Obras Públicas; Karla Almanza López en Desarrollo Económico, y Carlos Gorocica Moreno en Educación.
En el área ampliada: Mary Hadad en el Instituto de las Mujeres; María Ceballos Cardeña como Secretaria Particular; Lilian Villanueva en la Dirección de Cultura; Samantha Hernández en Bachilleres, y Alejandro Alamilla Villanueva en el Instituto de Capacitación para el Trabajo.
Es conocida la experiencia de aquellos nombres. Mara le cumple a Chetumal: comprometió ciudadanas y ciudadanos nacidos en la capital o con una residencia de más de dos décadas en la ciudad para evitar lo de administraciones anteriores. La sociedad sureña criticó reiteradamente por los espacios asignados a foráneos sin arraigo, que veladamente ningunearon los atributos de una zona con un potencial inagotable.
El objetivo del nuevo gobierno no admite dudas: “Escribir las más bellas páginas en la historia de Quintana Roo y Chetumal será parte de esa transformación”. No puede ser diferente. Hablar de Quintana Roo sin Chetumal, o de éste sin familias chetumaleñas, sería absurdo. Así, se ha cumplido ya una parte vital en el arranque.
Con su peculiar estilo Mara exhortó a sus funcionarios a no perder tiempo y empezar cuanto antes, sin pretextos ni demora: “Hay que salir a la calle -pidió- a escuchar las cosas buenas, pero también las cosas malas, para arrastrar el lápiz y arreglarlas”.
El gobierno también ya tocó tierra en el sur.