Apostar al olvido

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Comienza a cerrarse el año administrativo e inician los preparativos para los «100 días» de los gobiernos municipales. La tregua navideña y el ambiente preelectoral condicionan hoy el actuar de las autoridades. Es una coyuntura especial aunque no exenta de responsabilidades y compromisos. Es hora de ver los primeros resultados del quehacer público. La revisión es obligada a las puertas de un nuevo ciclo.
La primera pregunta insoslayable es: ¿Dónde quedaron las advertencias de investigar a fondo a quienes les antecedieron? Sobre lo mismo, ¿se diluyó la amenaza, se desarrollan en secrecía, o de plano no existen tales indagatorias? En la mayoría de los 11 municipios se generó la expectativa de querer comprobar supuestos excesos y gastos no sustentados, pero ya pasó el tiempo suficiente para presentar las observaciones, y en rigor, poco o nada se sabe.
Predomina el silencio: ni en Felipe Carrillo Puerto, ni en José María Morelos, ni en Tulum, ni en Cozumel, ni en Solidaridad se tienen noticias serias al respecto. En muchos de ellos abundaron incluso los amagues de juicio político. Quizá no haya qué o a quién perseguir o probablemente las investigaciones concluyeron sin saldos negativos. La presunción de inocencia y el debido proceso no deben ignorarse. Eso no.
Sin embargo, debieran explicar a la ciudadanía con la misma vehemencia con que señalaron los errores del pasado reciente; de lo contrario, se atenta contra la transparencia, la rendición de cuentas y la participación social, que pasa por fortalecer el control en las decisiones; entre ésas, el uso de los recursos públicos. El ejemplo está en los foros para los planes de desarrollo, donde la participación y la inclusión fueron prioridades para la organización futura.
Los responsables deben evitar que se instale la idea del solapamiento y el perdón sin castigo. La frase: «ya ves, no les hicieron nada», comienza a escucharse con insistencia, en lo que representa un reclamo abierto, que tarde o temprano se podría traducir en desconfianza, falta de apoyo o pérdida de votos. En definitiva, sería un golpe a la democracia local.
En tiempos de «cambios verdaderos» y «transformaciones» esclarecer lo que significó una petición ciudadana no debe extraviarse. No se trata de castigar a priori o sin pruebas, sino de actuar con transparencia. De no simular. Esa es la cuestión.
Apostar al olvido, no ha sido una buena estrategia. En contraste, consignas como «el que la hace la paga» o «no más impunidad» han calado hondo en la conciencia colectiva.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 6 DE NOVIEMBRE DE 2021).