Una ruta sin crisis

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Vaya lío entre «la familia taxista», los de Uber, el Congreso y el gobierno. Cabe meter marcha atrás para recordar el origen: un juez federal en Cancún no revisó el amparo a favor de la aplicación ni obviamente lo resolvió porque no fue subido con tiempo suficiente a los estrados. Dicho amparo le permitiría operar a la empresa. Ese asunto ocurrió el miércoles de la protesta taxista, realizada desde Cancún hasta Chetumal, justamente para evitar la posible autorización.
Casi en simultáneo, los diputados de Morena de la XVII Legislatura anunciaron un paquete de reformas a la Ley de Movilidad, presentada ayer a grandes rasgos en la reunión de la Comisión de Movilidad. Se sabe que proponen homologar y modificar diversos artículos, regular mototaxistas, entre otras medidas.
En tanto, los de la plataforma les sugerían a taxistas mejorar el trato, no cobrar tarifas abusivas y cambiar las unidades más antiguas, en vez de oponerse a ellos. Le echaron más leña al fuego.
Los gobiernos miran atentos, de muy cerca: la alerta por movilizaciones masivas inquieta a todos. Aunque no le toca resolver lo judicial a la administración estatal, sí debe mantener el orden, la seguridad y la paz.
En redes, la gente opina a favor y en contra del gremio o de la aplicación. Es otro cruce, a veces violento y sin sentido.
Es un panorama tenso y hasta confuso en los detalles. El caso es que se dio un tiroteo rudo entre todas las partes, con amagues, chantajes y amenazas incluidas, lo cual pudiera extenderse indefinidamente si la situación no encuentra su rumbo claro. Evidentemente, nadie quiere perder. ¿Qué sector tiene razón? Cada cual la tiene en sus propios argumentos. Al menos en una parte de ellos. Las plataformas están en la Ley de Movilidad que fue aprobada y “modificada” en legislaturas anteriores, pero nadie desconoce las agresiones y persecuciones contra los choferes del servicio privado. Así, nadie arriesga la vida. Tampoco se desconoce que, para muchas familias taxistas, el volante y los horarios extendidos son el único sustento que llevan a casa.
¿Hace falta Uber? Depende. Lo real es que los taxistas deberán mejorar mucho para convencer a la sociedad, porque una buena parte ve con agrado otra opción; sobre todo, en horarios y lugares donde se dificulta conseguir unidades. Y pasa además que en cualquier destino turístico de clase mundial es fácil encontrar servicios de ese tipo. Aquí no.
Urge revisar en detalles las leyes, incluyendo la Ley General de la materia. Lo ideal sería abrir el debate y hallar una ruta sin crisis.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 16 DE DICIEMBRE DE 2022).