Tensión en la Superior

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Esta semana la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación podría definir el caso de Solidaridad, donde el conflicto postelectoral no cesa. Sus resoluciones son inobjetables ya que se trata de la última instancia en la materia. La tensión ha aumentado en horas recientes debido a la decisión de la Sala Xalapa de confirmar los resultados de junio pasado, aunque previamente realizó observaciones sobre supuestos gastos de campaña de la entonces candidata panista; y el porcentaje inferior al 5 por ciento de ventaja entre el primero y el segundo lugar, aviva las expectativas por el fallo.
La presidenta municipal todavía en funciones, Laura Beristain, no tira la toalla. Su equipo jurídico anticipó el lunes pasado que aspira anular la elección y sacar de la competencia a Lili Campos, su competidora, y a quien las autoridades locales ya le dieron la victoria. ¿Es válido insistir? Por supuesto. Se le llama democracia. Múltiples sentencias de elecciones judicializadas confirman que no se puede bajar los brazos antes de tiempo en la adversidad, menos cuando se acusa anomalías, vicios o fraudes.
Las pasadas elecciones fueron muestra de que se pagan caro la violencia política y la violación a la ley, precisamente por víctimas que no bajaron los brazos y dieron pelea. Mara Lezama, Yensunni Martínez y la misma Laura Beristain saben muy bien del tema. De haber callado ellas ante conocidas situaciones, la violencia se hubiese normalizado otra vez.
Al punto: El viernes pasado la Sala Xalapa revocó una resolución del INE que no contabilizó supuestos gastos en Facebook de la entonces candidata del PAN. Los magistrados de Xalapa consideraron que faltó exhaustividad, y que se debe analizar de nuevo dicha información. Si se contabilizaran todos los gastos, la panista podría rebasar el tope de campaña, y la elección se caería porque hay menos de 5 por ciento de votos entre el primero y el segundo lugar; según la normativa, si la ganadora en este caso rebasa en 5 por ciento el tope, y la diferencia entre ambas es menor a dicho porcentaje, la elección debiera anularse. En Solidaridad es 4.3 por ciento.
¿Cuál es la moraleja? Hacer valer el derecho. Como lo de Beristain, se multiplicaron los casos en tribunales, donde las diversas instancias deben garantizar las apelaciones para quienes no se rinden. Pasó en Quintana Roo y en cualquiera de las 31 entidades restantes.
No se acaba hasta que se acaba, dice el clásico refrán popular, y ello debe ocurrir antes del día 30.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2021).