Sin demora ni titubeos

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 Dirían los clásicos: «Ha costado sangre, sudor y lágrimas» llegar a la etapa actual de recuperación, cuando se incrementan los números de vuelos, ocupación y derrama en los destinos locales. Pocos confiaron en las proyecciones para el verano -sorprendentes incluso para los hoteleros- y menos aun para los próximos meses.
Según las estadísticas el Caribe mexicano se dirige hacia promedios de ocupación hotelera que oscilarán entre 60% y 70% al concluir el año. La actual ronda el 35%, un porcentaje que rara vez figuró en los análisis más alentadores para estas fechas.
Sin embargo, permanecen los riesgos. Atemorizan los rebrotes confirmados en Europa (particularmente en España, que es un importante mercado emisor de visitantes e inversionistas para el estado), y un aumento de casos en Estados Unidos tras varias semanas de disminución. El vecino país del norte es el primer emisor de turistas a esta región y principal socio comercial de México.
El nerviosismo es lógico: las aerolíneas acaban de anunciar el reinicio de operaciones y en algunos casos el aumento de frecuencias; y si no se controlan pronto los indicadores en el resto de Norteamérica y Europa, la reactivación se frena por confinamientos o restricciones de viaje. Es indeseable dicho escenario. Lo mismo pudiera ocurrir aquí, donde debiera sostenerse el color amarillo del semáforo, y ojalá avanzar al verde en los próximos meses.
Es que no solo depende de los visitantes vía aérea, también de los cruceristas (esa industria todavía no se reactiva, pero representan unos 5 millones por año en Quintana Roo), y de los inversionistas, quienes tomarán sus decisiones favorables sobre mercados seguros, no tambaleantes, abiertos y no cerrados. La relación turistas-inversores es obvia y Quintana Roo la ha cuidado bien durante muchos años.
La alerta no ha pasado. Mucho menos el peligro. Siguen vigentes, y quizá más que nunca, las recomendaciones sanitarias. No se puede bajar la guardia ahora, cuando se supone que lo peor ya pasó. Retroceder en los próximos días en los índices, como casos de Covid-19, velocidad de crecimiento, ocupación hospitalaria y defunciones, podría tirar por la borda los avances de la población y de los gobiernos.
A las medidas de autocuidado debe sumarse la inspección rigurosa en los espacios públicos, el transporte y los sitios de esparcimiento o recreación, como playas y bares. Sin demora ni titubeos.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES, LUNES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2020).