Marcelo Salinas|En Órbita
Los destinos de Quintana Roo brillaron como siempre en la capital española donde se llevó a cabo la edición 40 de la Fitur, una de las ferias turísticas más importantes del mundo: más de 250 mil asistentes de unos 165 países. Vitrina de lujo, de España para el mundo.
Para México, este 2020 fue especial, difícil, porque fue puesta a prueba por primera vez la capacidad promocional luego de una transformación altamente cuestionada y que no termina de permear o de entenderse. Aun así, México se reivindica como potencia mundial en la materia y se debe en grande parte al Caribe mexicano, pues representa casi el 50% de los ingresos económicos en el país.
Cada estado recurrió a lo que tiene, sus exponentes participaron con recursos propios casi en su totalidad y optando por estrategias que debían ensayarse. Funcionaron las de Quintana Roo, a juzgar por los resultados favorables desde el arranque. El gobernador Carlos Joaquín, quien encabezó la comitiva, brindó los pormenores en tiempo real por redes sociales.
Más vuelos a Cancún y Cozumel; alianzas con empresarios hoteleros que comprometen inversiones; encuentros de talla internacional como los Premios Platino; conferencias magistrales para contar sobre turismo sustentable hacia el 2030, y múltiples gestiones, desde lo médico hasta lo inmobiliario, son parte del comunicado final.
La presentación de Cancún también sorprendió. Enmarcada en los 50 años de fundación, a celebrarse en abril, el equipo cancunense capitaneado por la presidenta Mara Lezama cosechó logros en tiempo récord, desde productos con el logotipo del aniversario, hasta vuelos e inversiones fue lo obtenido en dos de los cuatro días de feria.
Las cuentas son alegres de momento, pero el saldo definitivo de lo tratado en Europa se conocerá las próximas temporadas, desde la Semana Santa hasta el verano, cuando la difusión penetre, los negocios se concreten y los seducidos se convenzan. La expectativa es positiva, aun cuando las adversidades en el planeta son potentes: amenazas de recesión, un virus letal que se propaga, tensión entre países. Lo que se sume, preocupa.
En el pabellón del Caribe mexicano (120 metros cuadrados con 24 stands) corrió el entusiasmo de que en pocas horas se sorprendió como nunca, y no solamente a los visitantes, también gratamente a los organizadores y a las autoridades de varios países, incluidas las nuestras, las federales, quienes vieron a distancia un despliegue local avasallante.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES Q.ROO)
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