Marcelo Salinas |En Órbita >> El recién pasado día 15 iniciaron los trabajos del segundo periodo ordinario de sesiones del primer año de ejercicio constitucional en el Congreso del estado. Aun con todo lo especulado durante el receso, la jornada transcurrió en paz, con estabilidad y proyección, lejos de lo esperado por grupos que anticiparon cambios radicales, entre los cuales supusieron un quiebre en la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo).
Nada de eso ocurrió, como deseaban quienes dejan atrás las diferencias y optan por la tarea legislativa más pura, tal cual fue planteado en este mismo espacio hace una semana. De hecho, las intervenciones en el pleno redundaron en avanzar y atender el rezago, muestra clara del restablecimiento de prioridades desde el sábado.
Pero para que una mayoría llegara con ese ánimo armonioso a Chetumal debieron tejer fino las semanas previas, propiciando un diálogo fructífero y lograr los consensos necesarios para eludir los complots. Entre las grillas intestinas y las operaciones de diputados que juegan en solitario, las conjeturas apuntaban a la parálisis.
Reyna Durán Ovando, coordinadora del dominante Morena, y presidenta a la vez de la Jugocopo, concentró los esfuerzos no solo para afianzarse en el encargo, sino para dar cauce a ese cúmulo de iniciativas que componen la agenda del partido más importante en la actualidad. Reuniones en Chetumal y Cancún; conversaciones con representantes de otras fuerzas, y comunicación con referentes nacionales, formaron parte de sus actividades en dos semanas clave.
No fue fácil desactivar por entonces, aunque hoy es más fácil progresar gracias a esas gestiones, las que tuvieron eco en dos instancias vitales: la Comisión Permanente, presidida por esos días por Cristina Torres Gómez; y la coordinación del PAN, en manos de Atenea Gómez Ricalde, desde donde fluyeron los apoyos para la Junta y su núcleo.
Recientemente, Reyna Durán reconoció el respaldo de Atenea Gómez porque era estratégico el apoyo político-moral desde la bancada panista para darle sentido a esta legislatura de la paridad de género, sofocando cualquier señal de violencia política contra la líder.
Igual fue importante el rol de Cristina Torres, quien desde la Permanente agilizó lo obvio y urgente, en tanto postergó el debate para lo que no fue.
Se llama experiencia y sensatez al servicio de una causa común entre las tres que han sido protagonistas de un “periodo especial”.
No hay duda: Reyna suma y sigue.
(OPINIÓN PUBLICADA HOY EN NOVEDADES Q.ROO)