Por obra y gracia

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 La obra pública mueve la economía. Invertir no solamente reactiva la construcción, también el transporte y otros ramos vinculados. Es una garantía para salir del estancamiento y la crisis. Es una apuesta segura, porque incide positivamente en otros valores, como la percepción ciudadana y la certidumbre empresarial. Se gana confianza, y qué mejor en esta fase.
Un ambiente optimista se vive en Quintana Roo, donde los representantes federales, estatales y municipales han confirmado una seguidilla de acciones: desde el presidente Andrés Manuel López Obrador, pasando por el gobernador Carlos Joaquín, hasta las autoridades de los municipios favorecidos, disponen ya millonarios recursos, en la etapa de recuperación más sólida, vista con menos tensión que hace unas semanas.
El corredor Cancún-Riviera Maya es una zona beneficiada como pocas en el país. Al Tren Maya (un generador de miles de empleos por sí solo) se le suman megaobras que incentivan otras inversiones complementarias, detonando un círculo virtuoso que ayuda a sostener la industria turística, también en franco progreso.
En el Solidaridad de Laura Beristain son 425 millones de pesos en 18 edificaciones, incluyendo siete megaobras, algunas de las cuales están en marcha o próximas a entregarse. En un editorial anterior se expuso aquí mismo el golpe anímico que ello significa para el corazón de la Riviera Maya.
En el Benito Juárez de Mara Lezama se avanza en el puente lagunar Nichupté, el Parque de la Equidad, la rehabilitación del bulevar Kukulcán y el Tren Maya, con una estación especial en Cancún debido a los millones de visitantes anuales que entran por su aeropuerto internacional, y quienes serán pasajeros potenciales.
En el Puerto Morelos de Laura Fernández, pavimento para Fe y Tierra Nueva, así como en Leona Vicario; en el centro, construcción de guarniciones y banquetas, además de pavimentación. El Fonatur invierte 190 millones de pesos en un moderno bulevar gracias a gestiones de la presidenta. Son trabajos que dan continuidad a un modelo potente iniciado en la administración 2016-2018, también con Fernández Piña a la cabeza.
Se podrían mencionar trabajos en Tulum, e incluso en Othón P. Blanco con lo del Canal de Zaragoza. Muchas están en marcha, algunas entregadas y los recursos para la mayoría están liberados. Lo mejor es que se consolida el panorama en una coyuntura alentadora precisamente en turismo, el auténtico motor del desarrollo.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES, MIÉRCOLES 21 DE OCTUBRE DE 2020).