Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 El panorama rumbo al próximo año es alentador gracias a las megaobras anunciadas, algunas confirmadas y otras en marcha ya en Quintana Roo. También por el contexto más sólido de recuperación turística desde hace dos meses; esto último, ha superado las expectativas de autoridades, empresarios e inversionistas. Mucho fue ratificado ayer por el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su visita a Tulum.
Fue en el marco de la Firma de Convenio del Programa Regional de Ordenamiento Territorial Tren Maya (con cinco gobernadores presentes) donde López Obrador avisó que la empresa de la Defensa Nacional operará el futuro aeropuerto internacional de Tulum, la modernización del aeropuerto de Chetumal y el propio Tren. Ello aclara dudas importantes. Si se considera además que en la víspera fue aprobado el Puente Nichupté y semanas antes la zona libre para la capital del estado, el escenario sí es prometedor.
Es que las siete megaobras en Solidaridad, el mejoramiento en el bulevar Kukulcán, la reforestación histórica, el dragado en el Canal Zaragoza y otras acciones (mejores salarios, menos impuestos, becas y apoyos) evidencian que el gobierno federal cumple progresivamente en una región que se recupera con más conectividad, ocupación hotelera, inversiones y proyectos diversos. Debido a la vocación del destino, el respaldo presidencial y la ratificación de los planes es inmejorable, ya que semanas atrás el escenario fue de incertidumbre e incluso de caos.
Es vital para el ánimo por el rebrote, la segunda ola o la nueva cepa (según la situación de cada lugar), pues la crisis sanitaria está lejos aún de ser superada y con ella los problemas de los gobiernos en torno a endeudamientos, paralización de obra pública, más impuestos y otras medidas tendientes a «amortiguar» los golpes aunque poco populares. Por eso debe destacarse en su justa dimensión el paquete completo rumbo al 2021 en un Quintana Roo que respira mejor.
La construcción, la obra pública y el turismo generan empleos. Miles de fuentes de trabajo ya activadas y otras programadas a partir de lo sucedido ayer en el noveno municipio y días antes. No todos los estados pueden prever un año tan esperanzador por todo lo perdido en la peor crisis registrada: pandemia, recesión, pobreza y múltiples daños colaterales.
El 2021 sería un año de reactivación, de recuperación, pero igual de elecciones. Si la población lo tiene presente, decidirá informada y consciente.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 21 DE DICIEMBRE DE 2020).
