Pactan «a regañadientes»

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Un considerable porcentaje de militantes, seguidores y simpatizantes de los partidos políticos no está de acuerdo con las alianzas. Lo mismo pasa en el Frente Amplio, que en la 4T y en el Movimiento Ciudadano. Pero son necesarias, ya sea para ganar más espacios, para frenar a sus rivales o por otros intereses ajenos a la partidocracia. No es un hecho nuevo, tampoco endémico.
El medio El País publicó ayer la transcripción de una sesión del Consejo Nacional del PAN, del 10 de diciembre del año pasado, cuando su dirigencia discutió formalizar la alianza con el PRI y el PRD para los procesos electorales del próximo año. Dichos documentos internos revelan el rechazo de su dirigencia a pactar: “Vamos a aliarnos con el partido que destrozó México”.
Es una frase categórica, que apunta sobre todo contra el líder priísta Alejandro Moreno quien, hasta entonces, titubeaba en temas legislativos del ámbito nacional. Lo mismo se dice en voz baja en Quintana Roo; sin embargo, el dirigente panista Marko Cortés sostuvo que, según la citada transcripción, el acuerdo los dejaría suficientemente blindado como para romper las negociaciones si los otros dos partidos no cumplían ciertos acuerdos.
En la 4T no es distinto. Los ejemplos son incontables en el estado, donde los grupos fundadores de Morena han rechazado la alianza con el camaleónico Verde y, cabe decir, más recientemente con el PT, al que dejaron fuera de la repartición en 2022 y sobre el cual se aprecian presiones rumbo al 2024; porque ahora, no obstante, con miras a los comicios venideros, los sientan a su lado para demostrar unidad “a prueba de fuego”.
En el Movimiento Ciudadano, que competiría solo en el ámbito nacional, afirma que de acuerdo con sus encuestas un porcentaje cercano al 70% no quiere aliarse con los demás. Por ello se presenta como la tercera vía, con un proyecto único, y quizá, por lo mismo, ha logrado aumentar sus votos en los últimos años. Valdría evaluar si la misma decisión prevalecerá en las elecciones de ayuntamientos y distritos.
Incluso, el MAS, que es un partido local, es pretendido por la 4T y el Frene Amplio. Las fotos circulan en redes sociales. Pasa que las expresiones pequeñas podrían inclinar la balanza donde la lucha se cierre. Un dígito obliga a negociar.
Las alianzas son políticamente necesarias en determinados contextos, aunque impliquen tomarse de la mano con perdedores tradicionales o impresentables.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES.
MIÉRCOLES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2023).