Ocupación que motiva

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 Se supone que la ocupación hotelera en los principales destinos del Caribe mexicano rebasó, en varios puntos porcentuales, la divulgada durante los últimos días de diciembre y los primeros de enero; es decir, que fue superior al casi 60% reportado. Habría llegado al 70% o más, han dicho fuentes de las asociaciones del sector, aun cuando la cifra oficial arroja una que aparentemente fue inferior a la proyectada por los más entusiastas (se habló incluso de un optimista 75%).
Los motivos responden, de ser real lo comentado, a que no se podía rebasar el 60% permitido por el semáforo epidemiológico estatal; o sea, que si ese 60% representa en la práctica el 100% de lo autorizado, hubo casi «lleno total». «Se cuidó» el número -explican- para no dar señales equivocadas ni atemorizar a trabajadores, autoridades, visitantes y turistas. Suena lógico el razonamiento.

El otro es que el discurso de la crisis hotelera, con reclamos y exigencias vigentes, no podía caerse precisamente desde la propia hotelería. Algunos mantuvieron el lamento largo tiempo aun cuando la reactivación y la recuperación eran evidentes, sostenidas y esperanzadoras semanas antes del fin de año. Sobraron las expresiones públicas y privadas alabando la resiliencia del multidestino.
Una razón más tendría relación con el dichoso pago por noche efectuado por huéspedes, conocido como Derecho de Saneamiento Ambiental. Ello quiere decir que lo habrían cobrado, pero no reportado a los municipios (se paga un total con base en la ocupación), para no soltar el dinero captado o no afectar la «imagen de encanto» al cobrarlo a fuerzas en el «contexto de crisis». También tiene lógica si se considera el mensaje opositor a más impuestos en el rubro.
Como sea, Quintana Roo galopó hacia un estado de recuperación más sólido, rescatando y creando empleos gracias a la inversión de agentes privados, nacionales y extranjeros; consolidando rutas aéreas inclusive con nuevas conexiones desde Norte y Sudamérica, y conquistando a viajeros del entorno más cercano, entre otras acciones conjuntas llevadas a cabo por gobiernos, agrupaciones empresariales y promotores de la industria.
La situación sanitaria controlada, los múltiples atractivos, la promoción diferenciada, las gestiones de las comitivas diplomáticas, el buen trato de siempre y los precios, han establecido un panorama que antoja a quienes tienen posibilidades de vacacionar pese a las adversidades impuestas por la pandemia. Por ello se pronostica desde ya un invierno progresivamente mejor, hasta recuperar los porcentajes acostumbrados.
Las versiones extraoficiales de la ocupación pasan a ser parte del anecdotario: la fuerza laboral, que representa a miles de familias quintanarroenses, está motivada por los dígitos más recientes.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 7 DE ENERO DE 2021).