No perder lo ganado

Marcelo Salinas | En órbita >> La pandemia se ha reflejado en una crisis económica y del sector turístico sin precedente: según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo ha provocado la pérdida global de más de 121 millones de empleos en la llamada industria sin chimeneas, además de que ésta se ha contraído en aproximadamente 40%.
La Organización Mundial del Turismo dio a conocer que las pérdidas económicas se calculan en 320 mil millones de dólares entre enero y mayo, reflejo en buena medida de una reducción de 56% en el número de viajeros internacionales.

En el caso de México, el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac estima que el consumo turístico total caerá en 1.6 billones de pesos o lo equivalente a más de 49% comparado con 2019. Cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social revelan que a junio se recortaron 982 mil plazas dentro del sector.
En Quintana Roo, la Secretaría de turismo supone 3 mil millones de dólares, con base en que el año pasado hubo una derrama cercana a los 15 mil millones de dólares. En el primer semestre, 104 mil empleos menos.
Con esos números, es urgente que cada destino desarrolle protocolos puntuales que garanticen una reapertura gradual, ordenada y segura, que conduzcan primero a la recuperación y después al éxito de siempre. En eso coinciden los portavoces de las agrupaciones turísticas internacionales.
Debido a que algunos destinos han tenido que dar marcha atrás por los rebrotes, resulta vital no relajarse y seguir las disposiciones para no perder lo ganado, por poco que sea, lo cual exige una colaboración responsable, transversal, sin exclusiones.
En el Caribe mexicano deben vigilarse con estricto rigor las medidas obligatorias, reforzar las campañas preventivas, solidarizarse con los sectores rezagados y castigar cuando lo amerite. Se ha hecho hasta el momento. Pero nadie, en ningún momento y por ningún motivo, debe ignorar las reglas.
En días recientes el Consejo Mundial de Viajes y Turismo solicitó a los viajeros que utilicen máscaras protectoras durante sus recorridos y consideró que ello promoverá traslados más seguros, brindando protección a los usuarios y a quienes los rodean. Las sugerencias se vuelven órdenes en estos contextos.
Los turistas también deben acatar las normas; por su seguridad, la de los trabajadores y por el futuro de miles de familias en un destino que encara una fase clave de recuperación.