No miran hacia atrás

Marcelo Salinas | En órbita >> La recuperación en la zona norte parece no tener marcha atrás. No solamente por el aumento de contagios y la velocidad de transmisión, más bajos que en la zona sur, sino porque en la industria se trabaja a marcha forzada con preparativos tendientes más a la “normalización”.
Los vuelos incrementan en el aeropuerto internacional de Cancún, por lo que sube la ocupación. En la Riviera Maya calculan terminar el verano con más de 25%. Además las cadenas asociadas de proveeduría, transporte y otras ven ganancias, aunque todavía a cuentagotas.
Por estos días las autoridades municipales de la zona norte han sostenido reuniones para conocer y propagar sólo en determinados ámbitos los protocolos que deberán seguir cuando se pase al color amarillo del semáforo (sigue en naranja), que permitirá, de acuerdo con la disposición, la apertura de los accesos a las playas.
El lunes se explicó en este espacio la diferencia entre la Secretaría de Turismo federal y los hoteleros particularmente de Cancún y la Riviera Maya, en torno a la polémica. La presión del gobierno federal no deja indiferentes a quienes deben tomar las decisiones del asunto.
En ese contexto de ajustes y acuerdos avanza la recuperación más ágil en dicha parte del estado, donde los números son controlables, dentro de lo “esperado” al convivir con el coronavirus, y con la reanudación de más actividades que apuntalan la vuelta a las rutinas. La movilidad igualmente es mayor y la confianza crece en el sector pese al repunte de casos. Aun así, mucho cuidado: el peligro persiste y es fatal.
Por todo ello se ve más complicado retornar a las restricciones y al confinamiento en Cancún, Playa del Carmen o Tulum, que en los municipios del sur (en Othón P. Blanco ya sucede), no solamente por el aval de las cifras diarias, sino por las dinámicas en curso; por las miles de personas en plena faena (en hoteles, parques temáticos, plazas comerciales, etc.) y porque la derrama constante y progresiva es un alivio para todos, incluidos los gobiernos. Concluido el verano será otro cuento, para comentar llegada la hora.
El norte no debe bajar la guardia; ha mejorado, aunque no puede hablarse de ventajas ni victorias sobre el sur. Las comparaciones son ahora inconcebibles ante el sufrimiento. Analizar las variables y los hechos, es diferente.
Desde luego, los mejores deseos para el sur.