No dan una en la Sectur

Marcelo Salinas | En órbita >> Por si faltaba algo, ahora «se cayó» la página VisitMexico. «No es hackeo, es falta de pago», es el anuncio al pretender acceder a la plataforma de promoción. En plena etapa de recuperación turística, el país se queda sin la herramienta digital de difusión más importante, que agrupa a sectores, productos, servicios e información general.
La Secretaría de Miguel Torruco lo explica así: «En mayo de 2019 se firmó un convenio con la empresa Braintivity, S.A. de C.V., mediante el cual la administración y operación de esta plataforma quedaron a cargo de esa empresa. La Secretaría ha requerido a Braintivity explique las causas de esta interrupción, mismas que serán dadas a conocer en su oportunidad».
Nadie vigiló el mantenimiento. Un detalle infantil, absurdo. Se puede pagar la prórroga y el asunto quedará resuelto; pero la preocupación de fondo es lo desprolijo que resultan las gestiones en una dependencia federal (finalmente es la responsable) que arrastra polémicas, desencuentros y desaires con autoridades de otros niveles e integrantes de los ramos empresariales.
Pocos días antes de esta pifia técnica se presentó el Programa de Impulso al Sector Hotelero (en el que también participarán agencias de viajes y transportadoras turísticas terrestres), a través del cual se podrá obtener un financiamiento con la banca privada por lo que resta del año a una tasa preferencial.
No convenció. Los 11 mil 400 millones de pesos disponibles sí pueden ayudar a cubrir necesidades de capital de trabajo, servir para reabrir instalaciones y brindar servicio a huéspedes, aunque no deja de ser deuda -y no apoyo-, tardío e insuficiente, advierten hoteleros quintanarroenses.
No dan una en la Sectur. Lo chusco es lo de menos. Igual se podría considerar “cosa menor” la mudanza pospuesta varias veces a Chetumal, una instrucción presidencial ignorada. Recientemente fueron las críticas de Torruco por abaratar el Caribe mexicano debido a las promociones por la reapertura, como el “2×1” y otras.
Previamente, él mismo sugirió repensar un modelo que evite la masividad, la sobreexplotación y el deterioro ambiental, lo cual se interpretó como un dardo al “todo incluido”, que significa más de la mitad de la oferta hotelera en Quintana Roo (y con más inversiones programadas).
No cesan las discrepancias públicas con representantes del sector. No se entienden, menos en la fase donde debieran fluir los consensos para avanzar mejor en la crisis.