Morena y la foto

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 La interpretación más coherente sobre la dichosa foto de la unidad de Morena Quintana Roo, difundida el pasado fin de semana, es que el grupo retratado propone la unidad pero desplazando a quienes han optado por la confrontación hasta la ruptura. Exhibidos han quedado aquellos con intereses particulares, dicen quienes aparecen en la fotografía. La estrategia de la desunión obedece a proyectos particulares no consensuados ni son los que una mayoría parece fomentar.
Sólo así puede entenderse el mensaje de la «unidad»; es decir, cuando representantes han discrepado públicamente se toman la foto y mandan un mensaje común, aunque sin otros más ariscos, «intrusos y mercenarios» (como califica el senador Pech Várguez), se entiende que son más fieles a los principios del partido, a las bases, que a las ambiciones personales. Discrepan, pues, pero no rompen.
Por otro lado, se ha interpretado además que fue un espaldarazo a la presidenta municipal Mara Lezama por su aparición en el centro, acompañada de la dirigente estatal Anahí González. En la práctica, puede ser acertado e incluso correcto, aunque también se ve a otras y otros interesados en los procesos de 2021 y 2022. Para muchos, Mara aventaja tanto para la reelección como para la gubernatura por su partido. Eso quiere decir que, si la foto no fue un respaldo a ella, tampoco le resta dichos méritos.
Finalmente, en los círculos cercanos a Morena se quedan con una versión simple: fue un mensaje de unidad de quienes pueden sacrificar sus intereses para favorecer a lo que una mayoría quiere, exhibiendo a quienes, en su condición de «externos», no están dispuestos a lo mismo, acarreando a terceros que pudieran comprender esa premisa pero no la comparten, aun cuando sean fundadores o referentes.
Podrían salir más fotos. Habrá que tener cuidado con el falso debate: la unión, en estos casos, evidentemente es impulsada por el sector mayoritario, ya que la minoría absoluta es incapaz de promoverla por propia definición. Dos o tres son incapaces de lograr los acuerdos necesarios y suficientes rumbo a lo que viene.
La dirigencia estatal en manos de Anahí González (quien fue elegida de forma unánime, conviene ahora resaltarlo), escucha y atiende a todos los sectores -aseguran en su entorno-, aunque la voz de la militancia suena fuerte: el reclamo contra Jorge Parra y compañía proviene más de abajo que de arriba. Es un hecho innegable.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 2 DE DICIEMBRE DE 2020).