Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 Cozumel figura en la lista de los municipios que más ha perdido empleos por la pandemia y sus múltiples efectos colaterales. Está entre los primeros tres del país debido a que más del 90% de su economía depende del turismo, y de ese total, casi el 70% de la industria de cruceros, los que no llegan desde marzo; es decir, cumplirá un año sin cruceristas, un golpe que habla por sí mismo.
En 2019 (y años anteriores a ese) llegaron más de 4 millones de visitantes a sus puertos, más dos o tres millones vía aérea y en los ferris desde Playa del Carmen. Se habló incluso de unos 8 millones de turistas y visitantes en total, una cifra récord. Poco se puede contar desde hace un año, por lo que urgen medidas compensatorias, reivindicatorias, para poder salir de la peor crisis, como han dicho sus autoridades municipales, encabezadas por el presidente Pedro Joaquín Delbouis.
Para mitigar, surgió una propuesta de casi una veintena de cámaras empresariales, al que se sumó el gobierno municipal, para solicitar la aprobación de la «ley de islas», ya sea por decreto presidencial o con labor legislativa de diputados, diputadas, senadores o senadoras por Quintana Roo. ¿Qué se busca? Incentivos fiscales, un trato diferenciado, que reconozca y ayude no sólo a Cozumel, sino también a Lázaro Cárdenas por Holbox, y a Isla Mujeres. En calidad de urgente, claro está.
Dicha ley, argumentan los promotores, focalizaría sus beneficios en tres rubros: energía, transporte y comercio. Para nadie es un secreto que el costo de la vida en las islas es mayor que en el macizo continental, trasladar mercancías e insumos de todo tipo implica un costo diferente por obvias razones, por lo que, incentivando vía fiscal o con subsidios, se aligera la carga para quienes generan empleos y por supuesto a sus habitantes.
La propuesta no es nueva, aunque ahora recobra sentido por toda la crisis derivada. La pérdida del poder adquisitivo de quienes pudieron mantener sus empleos ronda el 70% y recién para abril se prevé la llegada paulatina de los primeros cruceros, según advierten los organismos internacionales. Es decir, las secuelas seguirán vigentes, aun cuando hay noticias alentadoras en conectividad, obras e inversiones.
Quienes representan a Quintana Roo en la Cámara y el Senado tienen una gran misión, que no deben ignorar ni postergar. El municipio turístico más seguro del Caribe mexicano, en alianza con el sector empresarial, vuelve a proponer una iniciativa que beneficiaría a todo el estado. Sin populismo ni exageración. Están a tiempo.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 19 DE FEBRERO DE 2021).
