Marybel y sus planes

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Marybel Villegas sueña ser gobernadora de Quintana Roo y ya comenzó su campaña hacia el 2022: «Voy a ser la próxima», dijo en un encuentro con simpatizantes en Chetumal. Sonó confiada, también soberbia. No es la primera vez que la senadora expresa abiertamente su deseo. Para unos, se trata de un arrebato más; para otros, es parte de una estrategia en despliegue, que responde a hechos puntuales de las últimas semanas.
Pero antes deberá ganar la interna de Morena, donde no es la única que levanta la mano; y ese, es su verdadero problema, el desafío más complejo, porque Mara Lezama, la presidenta municipal de Benito Juárez, tiene la primera ventaja, indiscutible por múltiples motivos, empezando por haberle ganado ya la candidatura en la pasada elección, donde fue reelecta. El partido, y también el pueblo en las urnas, le dieron la razón.
Marybel se apresura por tres situaciones: primero, porque tras los comicios del 6 de junio quedó claro que la sucesión pasa, casi exclusivamente, por Morena y sus aliados. El oficialismo estatal parece desdibujado. Lo que perfile Morena definirá en buena parte el ritmo de la sucesión y el tipo de posible alternancia. Al sonar fuerte el nombre de Mara; al levantar la mano José Luis Pech Várguez, y al reaparecer Luis Alegre, ella optó por irrumpir para no quedarse atrás.
Segundo: para aprovechar la rebelión en el próximo Cabildo de Othón P. Blanco, donde al menos cuatro regidores anticipan un boicot a la presidenta electa Yensunni Martínez, que en la práctica significa alinearse a Luis Gamero, un fiel peón del marybelismo. Esa bomba de ruido también tiene eco en Cancún, donde Yensunni tiene respaldo.
Y tercero, al encontrar una aliada de ocasión en Laura Beristain debido al conflicto postelectoral. Todo lo que abone al bullicio, Marybel no lo desperdicia. Ello justifica el acercamiento con la presidenta en uno de los bastiones del lopezobradorismo.
Puede que ninguna de las tres le sirvan para su «Plan A» o ninguna prospere. Ha fijado una ruta, peligrosa e incierta, pero es su estrategia. Si resulta fallida y no gana ningún espacio en Morena, como es probable, volverá a ser la de siempre: cambiará de partido, y Fuerza Por México, quizá convertido en partido local a esas alturas, podría ser su nuevo refugio. Aunque dicho partido perdió el registro nacional, en el estado logró votos que no quieren perder; sin embargo éste, su «Plan B», lo desarrolla con más dudas que certezas.
Marybel y sus planes dejarán damnificados.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 12 DE JULIO DE 2021).