Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Está desatada la fiebre por la sucesión de 2022, cuando se disputarán la gubernatura y el Congreso del estado. La primera de ambas contiendas citadas acapara el interés por todo lo que significa el Ejecutivo. La efervescencia prematura se debe principalmente a dos situaciones: en el entorno de la 4T, algunas cartas levantan la mano para ser consideradas en la baraja, y la indefinición en el oficialismo, donde no sobresalen perfiles consolidados, lo cual deja un vacío que permite especulaciones en distintos espacios, políticos y periodísticos.
En Morena, el partido más dominante, Mara Lezama ostenta la primera ventaja por diversos motivos, aunque no es la única en el escenario. La diferencia radica en que, alrededor de la presidenta reelecta en Benito Juárez, comienza a construirse la unidad que la proyecta, eludiendo la confrontación y estableciendo un camino a seguir más homogéneo, que consolida tales ventajas hacia el próximo año. Los demás prospectos no pueden hoy exhibir valores agregados, ni se muestran como grupo sólido, con proyecciones naturales, como sí lo hacen desde Cancún.
Mientras la plataforma de la 4T se desarrolla, en el PAN se sienten cada vez más lejanos del PRI y del PRD. Allí se posiciona Mayuli Martínez, quien fue la coordinadora de la alianza derrotada. En el PRD se asoma Julián Ricalde y un par más, en tanto que en el PRI esperan conocer el desenlace de su crisis nacional, el cual pudiera acercarles inclusive a la coalición «Juntos Hacemos Historia». Todo es posible por los pactos que deberán concretarse en septiembre, cuando asuma la 65 Legislatura en Sán Lázaro. La necesidad de afirmar una mayoría calificada a favor del lopezobradorismo, con diputadas y diputados pro causa, tienta a sectores de un tricolor al que le urgen flotadores. Esa otra alianza pendería de un hilo.
Morena da zancadas hacia la meta mientras los opositores titubean con crisis y derrotas. Encuentros nacionales con autoridades electas y en funciones, directrices de la dirigencia sobre asuntos clave, capacitaciones, formación y negociaciones, reivindican desde ahora los múltiples propósitos que apuntan a ganar todo lo que esté en juego, incluyendo, obviamente, la gubernatura quintanarroense, donde Mara Lezama ya es protagonista.
Están articulando su estrategia y no es secreto para unos adversarios aislados, dispersos y con fracasos en diversos frentes. En la carrera, ya iniciada de facto, veremos a la 4T marcando la pauta, y a Cancún en el centro de los análisis.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 7 DE JULIO DE 2021).
