Marcelo Salinas | En órbita >> Las autoridades, los inversionistas y los expertos en el sector turístico coinciden en que la recuperación comenzará por casa, con lo doméstico; seguirá con la movilidad regional, y finalizará al “normalizarse” los grandes flujos internacionales conocidos hasta hace unos meses. No será pronto ni fácil, claro está.
Es la ruta, inequívoca aseguran a la fecha, ya trazada con base en diversos estudios y consultas a viajeros frecuentes durante la contingencia que aún no se libra del todo, pero que comienza a ceder en algunas potencias del ramo, principalmente de Europa.
Es la trabajada en México, Estados Unidos, España, Medio Oriente, el sudeste asiático y China, cada país o zona con sus ritmos y estrategias, aunque el “esquema base” es casi el mismo, concluye el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés).
¿A qué se refiere? El turismo nacional y el gran flujo de la última fase no requieren mayor explicación. El regional sí, que es la segunda etapa, la cual refiere “burbujas” o circuitos con esa relación histórica emisor-receptor, definidos por la cercanía, y que podrían tener mayor afinidad debido a múltiples vínculos.
Con esa visión se han generado las ofertas, las promociones multimedia y el contenido general que apela a la patria, entre otros que vemos profusamente replicados por estas fechas de reactivación paulatina, gradual y focalizada.
Dos aspectos nuevos relevantes para considerar: el primero en torno a la decisión de los viajeros, quienes elegirán destinos con medidas sanitarias probadas, que brinden seguridad en salud, y que ofrezcan diversidad de atractivos por precios asequibles. El otro es la oportunidad para hacer negocios. Mujeres y hombres de dinero invierten tras las crisis por factores convenientes, por lo que Quintana Roo también es tierra fértil en ese campo.
Los especialistas y las autoridades locales han avanzado en dicha dirección: sellos de seguridad global, ofertas al “2×1”, reducción de tarifas hoteleras, más protocolos sanitarios, y la determinación de competir como región hace años por su condición fronteriza. El multidestino ostenta significativas ventajas.
Se repite: no será pronto ni fácil. Se trata de una crisis profunda, no resuelta, la cual podría afectar el ánimo de quienes solían aventurarse más allá de sus fronteras; sin embargo, en el Caribe mexicano se alistan esperando lo mejor y preparándose para lo peor.
Veremos cómo evoluciona.