Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Crecen el interés y el debate por el próximo proceso para elegir la dirigencia de Morena Quintana Roo. El 6 de agosto rendiría protesta el comité, de acuerdo con lo previsto, aunque antes deben transcurrir innumerables acuerdos como es lógico. Ya están en eso. Quienes tienen a cargo la encomienda, tejen fino por estos días porque se entrelazan la sucesión en Benito Juárez, la bancada en la siguiente legislatura, la conformación del equipo de transición y el futuro gabinete.
El dirigente Humberto Aldana y compañía, dejarán muy alta la vara: han ganado casi todo el último tiempo, y a la par del “proyecto Mara Lezama”, construyeron más allá del partido. Por ello el cambio debe ser meticuloso, sin dejar cabos sueltos. En ese contexto surge el nombre de Lourdes Cardona Muza, encargada de despacho en Benito Juárez, fundadora, referente de la izquierda y protagonista de lo que llaman el gran proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador.
Su nombre toma fuerza por hechos concretos y no solamente por su trayectoria: tiene a cargo el “municipio cuna” de la transformación quintanarroense, ha conducido la salida de la ahora gobernadora electa y opera la entrega a la suplencia. Como ya se dijo: son asuntos entrelazados porque responden a una dinámica en torno a la nueva jefa política del estado. Por las manos de Lulú Cardona pasan hoy los temas prioritarios.
Además, la figura de la presidenta interina se fortalece con números. Una encuesta de la empresa Demoscopia Digital (fechada en mayo pasado, cuando concluían los 90 días de la primera licencia) arrojó que el 61.9% de las personas encuestadas aprobó su administración. En esa misma muestra representativa se le dio un 69.3% al presidente de la república. “Sería la dirigente ideal” coinciden tres liderazgos de ese partido en el estado, que recuerdan otros interinatos para el olvido en Cancún.
Lo cierto es que perfiles no sobran, ya sea por disposición o cualidades indispensables para la misión. Morena Quintana Roo necesita constituir un proceso fuerte ahora, porque uno de los principales desafíos será consolidarse como partido oficialista, en el gobierno, y “transformar” a su manera en el ámbito de competencias, que será otro a partir de septiembre. El reto es grande.
El 2024 está en el horizonte de todos los movimientos internos en la 4T local y nacional. Ese año se decidirá el futuro de todo México. Los preparativos de estas fechas apuntan a dicha meta.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 4 DE JULIO DE 2022).