Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 El destino turístico más exitoso de México y América Latina cumple hoy 52 años. Su historia se remonta a varios siglos, cuando la Civilización Maya dominaba el territorio; pero la historia de la ciudad es muy reciente, de cinco décadas. Ha vivido de todo: huracanes, tormentas, pandemia y despojos, por mencionar algunas adversidades. Y sigue de pie, pujante y reinventándose.
Por estos días se abren las licitaciones para las llamadas megaobras. El 29 de enero pasado el presidente López Obrador anunció un paquete de obras para Cancún por una inversión de 6 mil 122 millones de pesos. Se trata de los concursos de adjudicación para el puente Nichupté, la modernización del Bulevar Colosio, el entronque del Aeropuerto Internacional y la construcción de la prolongación de la avenida Chac Mool.
Cabe situarlo en su justo contexto: tras dos años de pandemia, donde prevalecieron bajos indicadores en arribos, ocupación y derrama, con cierres de negocios y empresas quebradas, las citadas inversiones millonarias reactivarán empleos, mejorarán la infraestructura y renovarán la imagen. En definitiva, la transformarán. Fueron gestiones de la entonces presidenta Mara Lezama, hoy candidata de Morena a la gubernatura.
Mientras otros destinos (que son competidores naturales) apenas piensan cómo recuperarse, Cancún se apronta a una cirugía urbanística mayor, digna de un destino de clase mundial, con una solidez impresionante. Es una ciudad resiliente y fuerte ante los embates. Esa es la realidad más linda de Cancún, que verá cumplir los compromisos.
Hay retos y dificultades que nadie ignora. Hacia la periferia, y aunque no tan lejos del centro, es otro Cancún. Incluso, partes de la zona fundacional deberían ser rescatadas del abandono y la desidia. La tarea hay que hacerla con urgencia. Podrían dignificar los espacios públicos y procurar más áreas de esparcimiento y recreación, en ambientes seguros; es una de las peticiones más recurrentes de la sociedad, que recibe con relativa incredulidad las cifras del turismo y los anuncios de los proyectos. Aplica la máxima: hasta ver no creer.
Pero que nadie se asuste ni dude: a sus 52 años, con dicha fama ganada que atrae a cientos de familias cada año y con tal crecimiento en los indicadores turísticos, es obvio que siempre habrá cosas por hacer. Es también una ciudad inacabada, que redefine su futuro tras cada golpe de la vida o en cada ciclo político-administrativo, donde surgen nuevos planes.
Cancún y sus 52 revitalizados, mirando un futuro que sigue prometiendo como desde el día uno.
(COLUMNA ACTUALIZADA; LA ORIGINAL, PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 20 DE ABRIL DE 2022).
