Marcelo Salinas | En Órbita >> En lo que hoy es Quintana Roo se han encarado desastres desde tiempos remotos. No se concibe el territorio actual sin esas experiencias que han motivado una cultura preventiva. En épocas recientes ha permeado una anticiclónica reconocida en el mundo. Les ha llamado la atención la baja cifra de víctimas fatales y la rapidez de la reconstrucción. Lo de “Wilma” en 2005 fue un caso paradigmático.
También ha sucedido con la pandemia de la gripe porcina en 2009, que atacó el corazón de nuestra vida: la industria turística. Los daños directos y sus efectos colaterales fueron calculados en desgracias sin precisar. Guardando las proporciones, ha sucedido con recesiones internacionales y ataques terroristas como el de 2001.
Ahora la amenaza se llama coronavirus, y nuevamente se le hace frente eficazmente. Las acciones decididas por el gobierno de Carlos Joaquín González para reducir el riesgo con lo del crucero en Cozumel fueron destacadas públicamente por autoridades de la Federación.
Es que la misión es compleja: consolidar al Caribe mexicano como “destino seguro” mediante la administración de políticas públicas. “Los desafíos enfrentados en materia de protección civil son oportunidades para mejorar nuestra prevención de desastres y el cuidado de la integridad física y patrimonial de ciudadanos y visitantes”, ha dicho el gobernador. Así de titánica es.
En 2005, cuando fue presidente municipal de Solidaridad, su gobierno fue distinguido por la Organización de Naciones Unidas al haber reaccionado eficientemente ante los desastres provocados por los huracanes “Wilma” y “Emily” de categoría 5, y haber impulsado la reactivación en menos de una semana.
En cuanto al arribo de sargazo, el año pasado se contribuyó desde el estado a que México se impusiera como ejemplo mundial al convertirse en el único país de la región que atiende el fenómeno como “problema de Estado”.
Cabe recordar que el recale masivo fue calificado “asunto de seguridad nacional” por autoridades federales, y aun cuando otras voces minimizaron la problemática, se demostró cuán necesario es escuchar la experiencia local y articular los esfuerzos en consecuencia.
Por su experiencia en la prevención y contención de desastres, el mandatario estatal fue invitado por segundo año para impartir este mes una conferencia en el Centro de Estudios Superiores Navales. Las temáticas a presentar son previsibles.
Ni huracanes ni pandemias han doblado a Quintana Roo. Si el virus se propaga, seguramente se afrontará con determinación.