Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 Mandan un mensaje similar a quienes han criticado la forma de elección de las candidaturas en Morena: “Quien quiera abandonar el movimiento, cuando el movimiento les ha dado la oportunidad de participar, que les vaya bien. Se equivocaron de proyecto político si piensan que su ambición es más importante que el futuro de la nación. Desde mi punto de vista, están equivocados”, dijo su dirigente nacional Mario Delgado en Zacatecas.
El miércoles pasado (antes que el mismo Delgado) la dirigente quintanarroense, Anahí González, sostuvo la siguiente idea en un programa de radio y televisión local: «Las puertas de MORENA están abiertas; y si permanecen abiertas, es para entrar y también para salir». Fue a pregunta expresa en torno a las inconformidades, aunque en el estado no están definidas las candidaturas, por lo que todo reclamo al respecto puede ser considerada una pataleta antes de tiempo. Los caprichos son inaceptables cuando “el pueblo decide en democracia”.
Delgado espetó además: “Si toman otras decisiones es con otros fines políticos. Les gana la ambición y no tienen ningún respeto por los principios de nuestro movimiento. Pero respetamos sus decisiones y vamos a estar atentos». Es un recado que resonó en los demás estados, incluido Quintana Roo, donde se desarrollan las conversaciones entre dirigentes y aspirantes, tanto para las diputaciones, como para los ayuntamientos.
Abandonarán bancadas, aspiraciones y candidaturas. Enojados o en nombre de la cuarta transformación, deberían entender que ese partido necesita reacomodarse con urgencia para sacar adelante la oferta con que llegaron a gobiernos y poderes; las promesas de sus líderes, y porque los retos que enfrenta no acaban en junio tras la elección. Los desafíos son múltiples y diversos por todo lo que implica ser relativamente nuevo y con unos compromisos tan profundos.
Son algunos: aumentar el padrón y depurarlo; crear cuadros en el Instituto de Formación; conformar los comités municipales para desarrollar las estrategias del movimiento; fortalecer la comunicación, el diálogo y los acuerdos entre todos los sectores, y ampliar el intercambio de ideas con la dirigencia nacional y los demás comités estatales, citaba Anahí González en la entrevista.
En todos los ámbitos deben pensar más allá de junio, y en el caso estatal, también más allá de 2022. ¿Irán en unidad? Está por verse. Pero no serán todos, evidentemente.
