La sorpresa de Cozumel

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 La gran sorpresa de la elección fue la de Cozumel. El tema fue comentado y discutido toda la semana; e incluso ayer, durante la sesión del Consejo Municipal del Instituto Electoral, para el conteo de votos, no pocos tenían puesta la atención en la isla, debido a la escasa diferencia entre Juanita Alonso (17 mil 668) y Pedro Joaquín Delbouis (16 mil 431). Dicha sorpresa, conviene aclarar, es que en la mayoría de los análisis previos no se dio por ganadora a la morenista, sino al presidente que buscó la reelección. ¿Qué pasó?
Lo primero, es que solo ambos concentraron la votación. La participación fue de 44.3310% con los 37 mil 383 sufragios contabilizados en los días posteriores a la jornada del domingo 6. La suma total de ambos arrojaba 34 mil 99, lo cual evidencia la polarización, notoria en la misma campaña; es decir, no había margen para prever distintos ganadores. La reelección, entonces, era uno de los pronósticos más citados. Por cierto, todas las cifras serán actualizadas por el reajuste mínimo del recuento.
Lo segundo es que el PAN falló. De esos 16 mil y tantos votos para el ahora excandidato, poco más de 2 mil fueron para Acción Nacional; en contraste, el PRI obtuvo 12 mil 900. Los panistas se habían comprometido inicialmente con 10 mil y después con 6 mil. El aporte de 2 mil fue insuficiente; pero también sospechoso, porque las preguntas inmediatas inevitables son: ¿Votaron o no? ¿Por quién? Es probable que operaran cruzado.
Lo tercero. En el repaso figuran nombres que llaman la atención: Elías Farah, Perla Tun y Juan Carrillo, por citar algunos. Farah, encargado de despacho, líder del PVEM y pariente de Félix González, inclinó la balanza a favor de la 4T. Perla, ahora dirigente del PT, tiene redes en el PAN, partido que la cobijó en su criticada administración 2016-2018. Y Juan Carrillo, priísta de siempre aunque llegó sorpresivamente a la 4T para ser candidato en el Distrito 1 (que incluye Cozumel), se llevó a líderes priístas de todo el territorio, con lo cual arrasó a una desconocida Estefanía Mercado.
Fue llamativo el resultado en Cozumel, porque Pedro Joaquín desarrolló una de las plataformas electorales más interesantes, con un diagnóstico acabado y planes definidos para la recuperación. La derrota no se debió a una mala estrategia sino al juego sucio y a múltiples factores, algunos todavía por conocerse. Es más, el PRI prometía renacer desde allí para reivindicar antiguas y nuevas causas rumbo al 2022.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 14 DE JUNIO DE 2021).