La semana decisiva

Marcelo Salinas | EN ÓRBITA >> Esta semana es decisiva para avanzar en el control. Con base en la experiencia reciente en Europa y países latinoamericanos, antes de contener y encerrar se debiera controlar. Ello significa que las medidas sanitarias y restrictivas tenderían a endurecerse en beneficio de la población aun con los costos de todo tipo. Es la llamada fase 2.
A muchos da la impresión de que estamos atrasados, desfasados. Las autoridades federales han dicho que cada país aplica las acciones que están a su alcance; de hecho, en su cuenta de Twitter el subsecretario de Salud federal, Hugo López Gatell, justifica con “realidades distintas”: “En México la mitad de la población vive al día”.
El responsable de manejar la crisis en todo el país todavía asegura que deben implementarse las medidas “a tiempo”. Eso quiere decir que no admite la acusación del retardo. Lógicamente, es rebatido por otros especialistas e incluso por miembros clave de la comunidad internacional.
Con lo que se ha hecho y lo que no, la sociedad puede balancear el panorama recurriendo a las recomendaciones que tanto se replican en medios y redes sociales. El autocuidado, la responsabilidad y la solidaridad son parte central de una estrategia que prospera pese a todo. Estos días sin escuela, con suspensión de ciertas actividades públicas, entre otros hechos concretos, se podrá percibir mejor si ha funcionado. Ojalá que sí.
Valen mucho los esfuerzos en Quintana Roo. Por ejemplo, amortiguan los del gobierno estatal con su plan de tres ejes que ha sido ampliamente difundido en las últimas horas, así como las campañas en los municipios, como Puerto Morelos, Benito Juárez o Cozumel, cuyas autoridades han insistido en la participación ciudadana. Los habitantes como protagonistas de la historia.
La pregunta de fondo es si en verdad estamos a tiempo. Es el deseo de todos, aunque es inevitable cuestionar cuando se revisa al resto del subcontinente: cuarentenas totales, cierres de frontera, toques de queda o estados de catástrofe. Otros ya anuncian congelamiento de pago para afectados. Se entiende aquello de las “realidades distintas”, pero la inquietud cunde tanto o más que el propio Covid-19, sobre todo en quienes advierten situación de vulnerabilidad.
En medio de este océano de información y expectativas, surgen diversas formas de responder ante la vida misma. Alguna plantea una nueva concepción del desarrollo, reconsiderando la naturaleza (ahora sí), el cambio climático y hasta las relaciones humanas.
Mientras tanto, encaremos lo mejor posible el desafío inmediato.