La esencia de la «4T»

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 A propósito de los movimientos internos en Morena que provocan interés en el debate público, la presidenta municipal de Solidaridad, Laura Beristain Navarrete, sostuvo ayer: «Continuaré trabajando con la ideología con la que ha nacido, en la izquierda, y apoyando a la Cuarta Transformación». Su municipio concita la atención por todo lo que allí se juega.
Es cierto que el lopezobradorismo y la Cuarta Transformación se construyen más allá de Morena; pero no menos cierto es que a dicho partido le urge reivindicar sus principios y fortalecer su identidad en la coyuntura actual. Y en Quintana Roo pocos pueden enarbolar una causa común y compartida con lo que hoy es la «4T» como Beristain, quien tiene más de 20 años de trabajo (o de lucha, si se prefiere) con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
De no invocar sus fundamentos la Cuarta Transformación puede extraviar su esencia original y confundir sus motivaciones originales, porque además sus aliados poco le ayudan con escándalos mediáticos, y lo que algunos llaman la ambición del poder por el poder, no apacigua los ánimos puertas adentro. Ven un escenario similar al de 2018, con infiltrados, externos y ajenos. Son alertas, signos, que inquietan a su militancia, «la que decide», según han dicho sus dirigencias estatal y nacional.
Voces internas entienden que es momento de reducir el conflicto y armar campañas tras el objetivo final, o que el fin justifica los medios. Pero no les acomoda. Con el PT y sus problemas, el PVEM encaprichado y el partido MAS que es una incógnita, Morena tiene la obligación de pisar firme para convencer más allá de sus estructuras tradicionales.
«Basándonos en la historia de las revoluciones y los gobiernos reformistas, sin un partido sólido y resistente, un gobierno reformista o revolucionario tiene muy pocas esperanzas de trascender». Es una declaración de Pedro Salmerón Sanginés, historiador, militante e ideólogo de Morena, que publica el diario El País en una interesante entrevista ante dos preguntas clave: ¿Cuál es el estado de salud del partido? y ¿cómo analiza los proyectos de gobierno (de Morena)?
La salud no sólo se mide con cifras, sino con otras variables con tanto o más peso político. En dicho sentido, la esencia, la identidad y los principios, son tres pilares inobjetables, más aún donde los lopezobradoristas han cantado victorias. Solidaridad es un ejemplo.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 17 DE FEBRERO DE 2021).