La crisis más dura

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 Es una crisis con todas sus letras. Lo sucedido el lunes 9 y los días siguientes tiene múltiples aristas para analizar, todas polémicas: violencia, separaciones del cargo, renuncias, detenciones, mala imagen, entre otras. Mientras tanto, siguen las investigaciones para esclarecer los detalles del abuso policial y la difusión traspasa fronteras, lo cual avergüenza o enoja a muchos. ¿Cómo zanjar y revertir?
Ayer habrían confesado y detenido a los presuntos homicidas de «Alexis» (consignan medios). Es un primer avance porque no debe olvidarse que es el origen de las más recientes manifestaciones aunque obedecen a un contexto mayor agravado de violencia contra las mujeres y los feminicidios. Lo de Bianca, desgraciadamente, no es el único, pero será un caso paradigmático por todo lo ocurrido.
Otro avance es la separación del cargo de los dos jefes policiales para indagar profundamente la responsabilidad sobre los disparos. Al formalizarse la denuncia de algunos heridos, la investigación contiene más elementos para ir al fondo y castigar en consecuencia. Es una obligación la sanción penal por la gravedad del asunto. La vertiente jurídica debe ser independiente, expedita, categórica.
Los ajustes y reacomodos en temas políticos también son pequeños logros vistos en perspectiva. Quien sienta responsabilidad de algún modo, que renuncie y deje las poses. Lo de Isaac Janix de la Secretaría General de Benito Juárez puede tener diversas interpretaciones, aunque no debe escapar del análisis que igualmente es su fracaso ante la inseguridad. Faltan otros, del municipio y del estado. No debieran tardar.
Además, se sabe que la pésima imagen por la agresión policial propiciará una modificación en la forma de «vender» el destino en otros países. Prepararán una estrategia para revertir la mancha inevitable que dejan portadas de periódicos y videos en programas de televisión. No será fácil ni pronto amortiguar el golpe, que ha sido brutal por todo lo que implica en una época de por sí compleja.
Puede haber más avances en los próximos días, aunque estos comentados no pueden demorarse en entregar resultados; sobre todo, en lo que exige la ciudadanía: castigo, no impunidad. Seguridad, no más ataques. Más allá del lío político y administrativo, la gente pide vivir en paz. Cuando los casos contra las mujeres no cesan en horas recientes, el desánimo, el miedo y la ira, seguirán presentes.
Vendrán horas difíciles en el estado. La crisis es honda y presentará una oportunidad de cambiar, apretar tuercas y apurar soluciones.
Nadie podrá cantar victoria. No en este drama.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES, VIERNES 12 DE NOVIEMBRE DE 2020).