Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Se ha explicado en este mismo espacio lo alentador que significa una recuperación turística como la del Caribe mexicano con cifras en alza de vuelos, ocupación hotelera, derrama económica e inversiones. Para este fin de semana, por ejemplo, unas 40 mil habitaciones (de unas 104 mil en total), están ocupadas por unos 70 mil huéspedes.
Las estadísticas actuales sorprenden incluso a las autoridades y al sector empresarial, conocedores del potencial, aunque gratamente admirados por una reactivación sólida pese al contexto generalizado.
En el ambiente gravitan el rebrote de Covid-19 en países europeos (emisores constantes de turistas a esta región); el repunte de casos en Estados Unidos (principal mercado emisor y socio principal de México), y la alerta por el incremento de positivos en otras zonas del país, lo cual podría detener los planes más ambiciosos, que es obtener más del 70% de ocupación promedio al finalizar el año, apenas unos puntos porcentuales abajo del 2019.
Pero la esperanza no decrece. El secreto de la recuperación pasa precisamente por la confianza en el destino, su resiliencia ante los embates de la naturaleza y, sobre todo, en el trabajo articulado de gobiernos, empresariado, la academia y la fuerza laboral; esta última, clave por ciertos motivos convertidos en pilares precisamente de dicho progreso. Estos son: la tasa de retorno y el índice de satisfacción.
La primera mide las veces que un turista o visitante nacional e internacional vuelve a Quintana Roo, principalmente al corredor Cancún-Riviera Maya. Es superior al 50%; es decir, retorna más de la mitad. El segundo explica cuán satisfechos vuelven a sus lugares de origen tras las vacaciones o el asueto. Lo ubican cercano al 90%; o sea, nueve de 10 sienten satisfacción. Son de los más altos en el mundo.
Ambos datos se explican por las bellezas del lugar, la diversidad de la oferta, sus múltiples atractivos, los precios convenientes, la ubicación estratégica, la conectividad con otros circuitos regionales, y sobre todo, por el trato recibido. La gentileza ofrecida por la gente dedicada al turismo en hoteles, parques temáticos, agencias, rentadoras de vehículos y sitios de consumo, está probada por estudios como los que arrojan los dígitos antes mencionados y dan validez a las demás cualidades.
Para muchos, el secreto radica en la experiencia que, sin un trato adecuado a los vacacionistas en todo tiempo, no podría soportarse hoy la recuperación, menos aún con las proyecciones tan alentadoras para los próximos meses, cuando las restricciones de viajes, en aviones y cruceros, sean reducidas o canceladas. Son los mismos, por cierto, que piden certificaciones, cursos y capacitaciones para responder mejor en una etapa histórica, cuando la peor crisis registrada queda atrás. Suman más de 7 mil empresas del ramo con protocolos acreditados que brindan certeza a los viajeros.
No es casualidad ni golpe de suerte. La promoción, que es un eje fundamental para darse a conocer y mantener la presencia mundial, no tendría sentido si en terreno no se reivindican los atributos.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES, VIERNES 23 DE OCTUBRE DE 2020).