Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 En Morena concluyen que el nombre no pesa más que la causa. En una de sus primeras conferencias del año, el presidente López Obrador advirtió a los renegados del partido que no se fueran con la finta, a propósito de las próximas elecciones. Sostuvo que la popularidad y la antigüedad no importan más que el «proceso histórico» enarbolado por la 4T. Como fundador, máxima autoridad del país y con una aprobación impresionante, sus palabras deben proceder de una profunda reflexión. No son coyunturales. «Tiene toda la razón», coinciden referentes del partido en Quintana Roo.
Dicha idea recobra sentido en Morena con el «caso Pech». El senador rompe con el partido que lo postuló a la gubernatura en 2016, cuando quedó tercero. Las circunstancias son otras, pero el político es el mismo. Ahora, tras no verse favorecido operó en la base una ruptura que le da la posibilidad de competir por Movimiento Ciudadano. Pero en su discurso refirió «falta de unidad». Casi anecdótico. Cuentan que pidió mucho y era inviable ceder. «Boicot», «traición», «capricho», «berrinche» y «mal perdedor» son palabras que se repiten en las opiniones internas al respecto.
Sigue esperar la confirmación de su próxima jugada. Hoy o mañana anunciarían la caída de Roberto Palazuelos en Movimiento Ciudadano, a quien reemplazaría el doctor Pech. Si él va por el MC finalmente, deberá construir un discurso, una plataforma y una imagen ajena a lo que pregonaba hasta ayer: lejos de Morena, en contra de la 4T y distante del lopezobradorismo que han soportado su carrera política después del priísmo, al que representó tantos años. Una misión cuesta arriba por todo lo que significa.
Mientras tanto, Mara Lezama incorpora al proyecto a personas vinculadas con Marybel Villegas y a liderazgos diversos en el estado, lo que constituyente un eje central de la estrategia basada en la construcción de acuerdos factibles y prósperos. Era cuestión de tiempo. Ante su inminente registro como candidata -probablemente este fin de semana- el plan avanzará de fase, ampliando el diálogo ante personajes y sectores dispuestos a sumar a la causa. Suma y sigue la puntera indiscutible en todos los sondeos ciudadanos.
Restarse del proyecto favorito en las encuestas y más ganador de los más recientes comicios, o sabotear los esfuerzos para anteponer intereses personales, parece una pésima maniobra cuando las decisiones son avaladas por una cúpula dirigencial legítima, cuyos nexos pasan evidentemente por el Palacio Nacional. Se irán o actuarán en contra quienes no entiendan ni acepten la realidad.
Todos son importantes, pero nadie imprescindible.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 18 DE FEBRERO DE 2022).
