Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Ya se conocen las plurinominales. Durante los últimos días se realizaron los registros de quienes aspiran, por la vía de representación proporcional, a uno de esos 10 escaños de la próxima legislatura estatal. Los 15 restantes son por la vía de mayoría relativa. No hubo sorpresas de acuerdo con lo divulgado, porque las listas se filtraron días antes. El panorama es atractivo para comentar.
Si se toman como válidas las encuestas de hoy, Morena y sus aliados podrían ganar la mayoría de los distritos; en ese caso, tendrían posibilidades de meterse también con algunas pluris más. Nada está dicho obviamente, las campañas aún no empiezan y todo pudiera cambiar. Los procesos electorales tienen esas volteretas inexplicables en el reino del asombro.
Lo interesante respecto de las pluris es que, históricamente, quienes han llegado por esa vía suelen asumir las coordinaciones de sus bancadas y puestos clave en los órganos relevantes del Congreso, e inciden como pocos en la toma de decisiones. Por ejemplo, antes dominaban la Gran Comisión, y en la actual legislatura lo que se llama Junta de Gobierno y Coordinación Política. Son personajes experimentados, dirigentes partidistas salientes o líderes natos.
Por todo aquello se pone ojo en los nombres. Al margen de lo polémico que tienden a resultar ciertas inscripciones, ahí se reflejan las negociaciones internas, los acuerdos con aliados y las imposiciones de las dirigencias. Muchas caras conocidas de esas listas ocuparán una curul y tratarán de obtener el máximo poder. Los nombres ahí están, conocidos ya públicamente.
Desde ahora cabe poner atención a una reforma para volver a un esquema similar al de la Gran Comisión. ¿Cuál es el motivo? Que los ganadores no cedan el poder durante el próximo trienio legislativo, ya que ahora con la Jugocopo la presidencia solo dura un año y se turna a las otras dos fuerzas políticas con más representación. La alternancia de ese «juego democrático» ha dejado damnificados, aunque es material para otro análisis.
Quienes aspiran a una pluri pueden hacer campaña o bien no; tienen la libertad de moverse por los territorios, y satisfacen principalmente los objetivos de sus partidos. Piensan, se mueven y deciden distinto, en función de otras misiones. Pero no deben olvidar los designios de una ciudadanía que pide ser fielmente representada.
Veremos cómo se activan y responden a pocas semanas del arranque de campañas formales rumbo al 5 de junio.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 21 DE MARZO DE 2022).