Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Ayer se reunieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, quienes conforman el bloque de la 4T en la Cámara de Diputadas y Diputados. Mostraron el músculo de la coalición legislativa que logró la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, considerada una victoria clave ante la oposición nacional.
No es la única interpretación al encuentro; de paso, se envía un potente mensaje a las dirigencias estatales que se preparan para las elecciones del próximo año, incluido Quintana Roo, donde se disputarán el gobierno y el Congreso. Son seis entidades en total que miran con optimismo la unidad en otros niveles y poderes. No es un dato menor cuando se analiza el contexto de todo lo que viene en 2022 y 2024.
La coalición es una temática relevante en todo proceso comicial. En el estado, Morena ha encabezado el pacto que suma al Verde y al PT, más algunas fuerzas gravitantes como el ahora extinto Movimiento Auténtico Social, que sin embargo no está desarticulado. No tendría mayor problema para revalidar el acuerdo rumbo al 5 de junio, aun cuando no satisfaga a todos la próxima designación de una de las 14 personas postulantes a pelear la gubernatura por Morena. Es un hecho que este partido postulará, no sus socios, pero ello no supone discrepancia.
El problema lo tienen en la alianza liderada por el PAN, que completan el PRI y el PRD. En anteriores entregas hemos explicado en este espacio que los titubeos, las imposiciones de perfiles sin aviso a los otros aliados y el derrotismo de la dirigencia nacional panista, favorecen el potencial de la 4T, que aplica una estrategia absorbente en el ámbito nacional, donde se alistan para la revocación de mandato y, aunque suene prematuro, para la sucesión de 2024; cuando además de presidente de la república, se elegirán ambas Cámaras, nueve gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos.
Cabe repetir una hipótesis que genera consenso en círculos políticos de Quintana Roo: no hay otra forma de competir a la 4T si no es con un perfil fuerte, una megacoalición o aprovechando una ruptura entre Morena y sus aliados. Las dos últimas parecen inviables en el presente. Esperemos para saber qué carta presentarán, aunque los nombres citados con más frecuencia no motivan a grupos partidistas; incluso, provocan diferencias y amenazan con la ruptura formal. No se ve un perfil propio capaz de unificar con solvencia.
La 4T no da ventajas a sus rivales.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 17 DE NOVIEMBRE DE 2021).