Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 La expresión «equilibrio de poder» se escuchó con insistencia durante los días previos a la repartición de las Comisiones de la XVII Legislatura. Particularmente a Morena le interesaba posicionar el concepto por la cesión al Verde, en el primer año, de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo). Desde el partido mayoritario no querían que permeara la idea de una negociación inconveniente -que algunos más osados llamaron sumisión- sino de equilibrio, que incluyó darle una importante Comisión de Justicia al otro aliado, el PT. ¿Es un equilibrio en realidad? Revisemos algunas consideraciones.
Lo primero. Cabe recordar que Morena cedió supuestamente por estrategia. Tener el segundo y último año de la Legislatura es comandar ese Poder en la víspera de un gran año electoral como será el 2024, cuando se disputarán los 11 ayuntamientos, otra vez el Congreso local, diputaciones federales y senadurías. La cesión a la segunda fuerza, entonces, habría sido convenenciera. Ello presupone que antes del 2024 podrían replantearse los escenarios más allá del Legislativo local.
Lo segundo es que, en efecto, se aprecia una distribución equitativa. Los partidos que conforman la 4T presiden ya las principales Comisiones desde el mismo jueves pasado. Morena tendrá Puntos Constitucionales, así como Puntos Legislativos y Técnica Parlamentaria. Al Verde le correspondió la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta, y Asuntos Municipales. Al PT la de Justicia. Son las cinco que antes conformaban la Gran Comisión. Es el núcleo de poder.
Conviene retomar la línea final del segundo párrafo para lo tercero. Hacia el 2024, los acuerdos que ahora vemos podrían modificarse o inclusive desconocerse por un irremediable choque de intereses entre los socios. Grupos en Morena insisten en ir solos a las contiendas venideras, y en el Verde, uno que otro sector se envalentona por los resultados de junio; creen que solos pueden ganar en Puerto Morelos, Solidaridad y Cozumel, aunque dudan en Benito Juárez. Bacalar parece ya estar de su lado ahora mismo. Son señales de lo que pretenderán en ese año de múltiples definiciones.
En resumen: el equilibrio puede ser temporal, frágil, sujeto a negociaciones mayores y no solamente a las propias del estado. Pesa más la incertidumbre que la certeza en los próximos meses, particularmente con esos dos partidos. El PT observa y se moverá conforme a los acuerdos de cúpula. Es un equilibrio de poder con malabares.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 19 DE SEPTIEMBRE DE 2022).