En empleos hay certeza

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 Se perdieron poco más de 104 mil empleos durante la peor etapa de la pandemia en Quintana Roo. La buena noticia es que muchos han sido recuperados gracias a la contención de la emergencia: ayudaron la ocupación hotelera, la derrama económica y las inversiones en curso. Desde la aplicación del semáforo epidemiológico amarillo comenzó la reanudación más sólida de actividades, lo cual permitió augurar un mejor futuro.
Hubo una gestión destacable que abona a dicho panorama favorable trazado hace varias semanas en la Secretaría estatal de Catalina Portillo: la conciliación para evitar demandas laborales, salvaguardando los derechos de la fuerza trabajadora. En esencia, nueve de cada 10 evitaron la demanda; es decir, que de los 104 mil, 13 mil solicitaron asesoría en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, de los cuales sólo 5 mil levantaron una queja. En definitiva, la inmensa mayoría prefirió el arreglo. Dejaron la puerta abierta, como se dice. Son datos confirmados con Fernando Mézquita, subsecretario del Trabajo en la Zona Norte.
La conciliación es, evidentemente, una labor que beneficia a la clase trabajadora del estado, pero abona, en un sentido más profundo, al clima beneficioso que debe imperar para empleadores, patrones e inversionistas, quienes son los que más empleos generan. Hay que decirlo: el estado gestiona, coordina y administra, imparte justicia incluso, pero en esta materia el sector privado es el que crea las plazas laborales. Por ello debe destacarse la gestión conciliadora.
El gobierno de Carlos Joaquín ha puesto las condiciones idóneas para que la entidad siga siendo líder y ejemplo en empleos. El control de la pandemia (comparado con otros destinos); las pruebas que comenzaron ayer en hoteles y en el aeropuerto, impulsando la seguridad sanitaria, así como la articulación de esfuerzos entre los sectores público, privado y social, brindan esas condiciones idóneas para atraer a buscadores de empleo. También a más inversionistas, claro está.
El semáforo naranja actual -que rige desde el lunes pasado- es un golpe en asuntos como aforo y ocupación, aunque no debiera implicar un golpe anímico por todo lo avanzado, y menos con una proyección optimista que proviene de distintos rubros. No se pierde; quizás se frene, pero la recuperación es ahora un objetivo compartido por todos en Quintana Roo. En un año electoral, la importancia de cumplir y avanzar tiene doble significado e importancia.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 27 DE ENERO DE 2021).