El turismo pinta bien

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Dicen que fue uno de los mejores septiembres para el turismo del Caribe mexicano. Mejor que 2019, antes de la pandemia, cuando la dinámica en la industria tenía un ritmo «normal». Dicho registro, conocido la primera quincena de este mes, permitió proyectar en grande: prevén una ocupación promedio superior al 60% este fin de semana largo por Día de Muertos y algunos recintos de hospedaje se animan a calcular un 100% hacia fines de año.
Más vuelos de conexión, arribo progresivo de cruceros, galardones, así como una recuperación sólida reconocida por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, reflejan el buen balance que genera expectativa en todo el ámbito turístico, los gobiernos y las familias que viven directamente del sector. En la esfera local, se constatan cifras a la baja en contagios y muertes, por lo cual puede asumirse que las estrategias funcionan más allá del testeo, la trazabilidad, el aislamiento y las burbujas sanitarias.
Es una “realidad país”. El secretario federal de Turismo, Miguel Torruco Marqués, dio a conocer que para el puente de Día de Muertos se espera una ocupación hotelera general de 51.9% con la llegada de un millón 410 mil turistas a hotel. En este periodo de asueto que comienza hoy y concluirá el martes 2 de noviembre, se estima una derrama económica por concepto de hospedaje de mil 922 millones de pesos. En esas estadísticas Quintana Roo destaca incluso ante destinos nacionales típicos de esta celebración, como Morelia, Oaxaca o Ciudad de México.
La recuperación es sólida; sin embargo, se advierten algunos obstáculos y riesgos en otras regiones del mundo. No son pocos los países considerados emisores de visitantes hacia el Caribe mexicano, que admiten una ola más de Covid-19, lo cual obliga a tomar restricciones aquí. En Asia y Sudamérica, aun cuando algunas naciones confirman mejorías, no aflojan las medidas cuando se trata de viajar al exterior, en perjuicio de los destinos de moda como Cancún o la Riviera Maya.
Además, la vacunación masiva no ha sido suficiente. Con la inoculación bajan la gravedad y la letalidad, pero no siempre el número de enfermos. La población infantil es portadora y está lejos aún de ser vacunada. Se sigue apelando, por lo tanto, al autocuidado. Todo ello que se llama seguridad sanitaria se analiza desde afuera cuando alguien decide viajar e invertir. El panorama es uno.
La experiencia internacional es clara a estas alturas: nadie puede confiarse ni cantar victoria.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 29 DE OCTUBRE DE 2021).