Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 La temporada de invierno arroja los primeros signos firmes de recuperación, exhibiendo niveles de ocupación positivos en distintos destinos turísticos del país, con un Caribe mexicano que es líder y ejemplo. No es un cliché: los números respaldan las diversas expresiones positivas de quienes son protagonistas: hoteleros, empresarios, autoridades y fuerza laboral.
Desde la nueva normalidad -en junio del pasado- se puso en marcha una campaña progresiva para sensibilizar a visitantes y prestadores de servicios turísticos sobre la corresponsabilidad en los temas de la salud durante los viajes. El control del virus ha sido fundamental en determinados destinos -como en Quintana Roo- para desarrollar esas campañas que intentan atraer nuevamente a vacacionistas, visitantes e inversionistas, garantizando seguridad.
Aunque el turismo siguió enfrentando duros escenarios debido a los efectos negativos de la pandemia, con dicha visión se decidió trabajar en tres ejes estratégicos: impulsar la reactivación, fortalecer la bioseguridad y consolidar la promoción. En la nueva realidad que ha impuesto la Covid-19 la prioridad para la industria de los viajes y el turismo es el cuidado de la salud. No hay duda de ello.
Los primeros días de este año son alentadores. No puede desviarse del análisis: la ocupación, la derrama y la conectividad muestran buenos datos, no solamente porque otros lugares han dejado de competir para atender la urgencia o se encuentran en otra etapa de la emergencia, sino porque nunca se dejó de motivar en el rubro. La persistencia fue vital, aun cuando se recortaron recursos desde la federación y la dinámica promocional cambió drásticamente por la pérdida de rutas internacionales y la desconexión con algunos circuitos globales, como el asiático, o en cierto grado, el europeo.
Definitivamente el 2021 será de grandes retos y oportunidades en el sector, que se encuentra en el proceso de reactivación de sus actividades, las que son un importante motor de la economía nacional. La clave es mantenerse unidos bajo metas comunes y trabajar en equipo para lograrlo. No hay otra manera de superar las adversidades compartidas.
Para bien o para mal la nueva política turística se mide hoy, si bien de una manera diferenciada, con esperanzas en un contexto complejo. No da para cantar victoria, de ninguna manera; pero la industria turística se reivindica de los primeros.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 11 DE ENERO DE 2021).
