El tablero de Morena

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Morena mueve las piezas de su tablero con una estrategia integral. Tanto en la interna, como en la competencia directa contra los rivales, se despliegan acciones que responden a esa lógica electoral en curso. La meta es el 5 de junio, fecha de las elecciones, cuando se disputarán la gubernatura y el Congreso del estado. Pero en el camino hay hechos importantes a los cuales pretende sacarle provecho.
Así, desde ahora cada gesto, palabra, acción y proyecto están fríamente calculados. Llegará pronto la veda, vendrá después la consulta sobre la revocación de mandato, seguirá el inicio de las obras transformadoras de Cancún anunciadas por el presidente López Obrador (entre abril y junio), habrá campaña y estaremos en junio. No hay piezas dispersas en el tablero, y es legítimo. Es decir, obedecen a esa estrategia de largo plazo, aunque responden, asimismo, a una coyuntura evidente, como la de aquellas obras citadas que embonan con otros planes de lo que llaman el gran proyecto de nación. Con esa misma idea se sacará ventaja con la consulta de revocación y las reformas en las Cámaras, por ejemplo.
Al mismo tiempo Morena Quintana Roo le da vida a sus comités de base y sus comités de defensa de la Cuarta Transformación, dos intensas labores en terreno con la misma visión de apuntalar los grandes hechos dominados por la 4T. Pero se cuidan las formas, los protocolos, los nombres, las jerarquías y, sobre todo, los tiempos, para no cometer errores. Cada pieza en su lugar. El movimiento impulsa reformas, asambleas informativas, consultas y cambios profundos. No hay coincidencias.
Nada es al azar, y en Comunicación, menos. Las visitas de Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, y de Diego Hernández, de Propaganda y Difusión, tienen mucho que ver con todo aquello. No solo pasa en Quintana Roo, igual en los otros cinco estados donde habrá elecciones. Es una maquinaria que aceitan los expertos. Incluso, se habla de que la «operación cicatriz» para retener a ciertas figuras y haber dinamitado el voto previsible a favor de su oposición (con la ex triple alianza ya rota), fue para allanar los caminos. Tiene sentido.
A todo lo anterior se enfrentan sus rivales medianamente organizados: no solamente al partido que más ha ganado últimamente y al que le dan ventajas las diversas encuestas rumbo a junio, sino al movimiento que mide cada uno de sus pasos articuladamente. El «carro completo» al que apuesta le permitiría posicionarse mejor para lo que sigue, con el 2024 en el horizonte.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 2 DE FEBRERO DE 2022).