El PRI quiere contarla

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 El PRI movió su pieza en el tablero: Leslie Hendricks Rubio, la favorita en la interna, se registró ayer como precandidata a la gubernatura. El tricolor va solo, sin aliados, en una apuesta que, para algunos, lo llevará directo a la extinción; para otros, más motivados que los primeros, es el inicio de su renacer. Difícil tarea por todas las crisis del último tiempo: de identidad, políticas, electorales y financieras.
Las encuestas de los días recientes le otorgan poco más del 5% a la hija del ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz, en una proyección que sitúa por encima a Laura Fernández Piña del PAN-PRD-Confianza, a Roberto Palazuelos del Movimiento Ciudadano, y a Mara Lezama, de la 4T, en la cima de las consultas. Casi todos los ejercicios coinciden en los porcentajes de preferencia.
Resurge entonces la pregunta del sospechosismo: ¿Por qué va solo el PRI? La duda en torno a quién beneficiará no es ingenua. En el ámbito nacional se ha instalado la idea de que juegan a favor del lopezobradorismo, una prueba que frecuentemente citan es la posición de sus legisladores en diversas iniciativas y reformas aprobadas, o ante las cuales han preferido callar. La aventura de ir solo (sin el PAN y PRD, sus ahora exaliados) lo podría acercar definitivamente a Morena, que aplica una fuerza absorbente a distintas expresiones sin cohesión eficaz, como Fuerza Por México, ahora en su órbita.
La misión del PRI es sobrevivir, pero el sueño es erigirse como la verdadera tercera vía, en lugar de Movimiento Ciudadano, que desarrolla un plan nacional con esa visión. En el PRI saben que están muy lejos de Morena y lejos del PAN-PRD, entendidos como «proyectos en equipo». No saben cuán lejos están del MC, donde persisten ciertos temores por candidaturas polémicas, no cuentan con estructuras sólidas para mover el 5 de junio ni tiene aliados de facto como sí tiene el partido que antaño ganaba todo en Quintana Roo. Amigos le quedan.
¿Es más el PRI que Movimiento Ciudadano en este momento? Para pensarlo. Ambos se medirán más allá de los porcentajes de votación que obtengan en junio. Debe insistirse en una idea: no competirá con Morena, por aquello de las preferencias abismales entre los dos, además pudiera serle funcional a la 4T y su medición de fuerza será contra el partido naranja, más cerca de su aspiración real, más sensata.
Como sea, su jugada implica riesgos inminentes. Caminando solo cerca del abismo, puede dar un paso en falso y no la contará.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 26 DE ENERO DE 2022).