Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Ahora cuando la consigna acabar la brecha norte-sur cobra relevancia en la esfera pública de Quintana Roo, vale recordar que «ha sido el modelo turístico» el que ha propiciado dicha dicotomía: una zona norte pujante y otra zona centro-sur rezagada. Aquella aseveración de que es «culpa del modelo» la admiten autoridades, empresarios y promotores del sector, y se asimila así desde el inicio de la pandemia, la que ha impulsado indirectamente nuevas tendencias y otros modelos, aunque no pocos lo advierten desde años antes. «¿Qué hacer?», se preguntaron otra vez en el reciente foro «Repensar el turismo» con motivo de su Día Mundial.
Lo fundamental es incentivar atractivos, negocios e inversiones que respondan a esas tendencias para crear esos otros modelos no culpables. Dichas tendencias, precisamente tienen que ver con lo que ofrece el centro-sur del estado: naturaleza, tranquilidad, cultura y una progresiva conectividad, entre otras características que atraen. Pero el dilema no se acaba allí: Dentro de los mismos destinos (e independiente de donde se encuentren) debe trabajarse en las asimetrías que propicia el mismo modelo culpable. Por ejemplo, en Cancún se decía «la zona hotelera» y la «zona atolera» para referirse, con esto último, a las colonias marginadas.
No se acota solamente a Cancún. Lo mismo se ve Playa del Carmen, y más recientemente en Tulum y Bacalar, éste situado al sur. Por eso se dice que es independiente de zona norte o centro-sur: la desigualdad se genera internamente y conviene abatirla. Hay un esfuerzo importante: la Secretarías de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), y Turismo (Sectur), han ejecutado desde 2019 una inversión histórica en arquitectura social en 14 ciudades turísticas del país, a través del Programa de Mejoramiento Urbano, con el objetivo de generar empleo y mejorar el bienestar de la gente en las colonias menos favorecidas, entre las que figuran Bacalar, Tulum, Playa del Carmen y Cancún.
Desde el 2019 a la fecha, suman 3 mil millones de pesos en esas 14 ciudades gracias a la construcción de 144 obras, beneficio que llega a más de un millón de personas. Destaca Ciudad Juventud en Solidaridad, que ha recibido distinciones.
En materia de desarrollo urbano, las ciudades turísticas suelen presentar las desigualdades más marcadas, donde el contraste entre las áreas turísticas y las colonias va desde la carencia de servicios básicos en las viviendas hasta la falta de infraestructura y equipamiento urbano.
«¿De verdad es culpa del modelo?», es una pregunta que ya no encuentra respuestas unánimes.