Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 El centro de Cancún debe ser el núcleo del interés y de las atenciones desde los gobiernos. Por obvias razones la zona hotelera recibe cuidado especial, aunque la zona fundacional de la ciudad necesita y merece constantes mejoras. Durante años han surgido «planes de rescate», con avances en dicha dirección. No han sido suficientes a ojos de sus habitantes, porque con tales niveles de movilidad y crecimiento, el progreso en infraestructura, seguridad e imagen nunca bastará. Ello se percibe con algunas obras de la última década.
La administración 2018-2021, de Mara Lezama, también habla de recuperar, pero en su discurso radica más sensatez que anuncios ambiciosos como los de otra época. Por ejemplo, dice que “Distrito Cancún nace de la necesidad de recuperar la identidad de los benitojuarenses y promover que los turistas nacionales o extranjeros disfruten de atractivos turísticos, espacios públicos renovados y una mejor infraestructura para el desarrollo de actividades culturales, gastronómicas, recreativas y de esparcimiento».
Como parte del mejoramiento de la ciudad emprendido para consolidar más adelante el proyecto que busca recuperar la zona centro, autoridades del Ayuntamiento de Benito Juárez constataron el fin de semana los avances de la construcción del Teatro de la Ciudad. Es parte de un importante paquete de inversión gestionado ante la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), por lo que se invierten más de 64 millones de pesos y se agrega una participación del 10 por ciento del Ayuntamiento para acciones complementarias en el exterior. El nuevo recinto cultural albergará presentaciones teatrales, conferencias, cursos, capacitaciones y escuelas de arte.
Es un plan en desarrollo a largo plazo. Es aterrizado y complementario, porque no debe olvidarse que el Tren Maya, la gran remodelación del boulevard Colosio, el Parque de la Equidad y otras megaobras en curso (incluso el puente lagunar), apuntan al rescate del municipio; pero más allá, al orgullo de sus habitantes, a la identidad y a la pertenencia, que no surgen de una administración a otra. Acaso por eso Mara enfatiza con frecuencia en que se ponen las bases para construir el Cancún de los próximos 50 años, en la tierra de todos.
Volvamos al punto: no pueden venderse espejitos con anuncios rimbombantes sin soportes ni complementos, como lo hicieron antes. Por eso mismo agrada el buen juicio de ahora, con un centro en las prioridades del gobierno municipal, que gestiona eficazmente en otros niveles.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 6 DE SEPTIEMBRE DE 2021).
