Dosis de cuidado

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 La vacunación masiva no es la solución a la pandemia como han explicado los expertos y ha quedado demostrado con la experiencia mundial. Sigue siendo el conjunto de medidas sanitarias y de autocuidado, que incluye como parte central la inoculación. Pero por sí sola no lo es. Relajar las acciones podría facilitar un rebrote y retroceder lo avanzado en lo concerniente a la salud, empleos, indicadores turísticos e imagen internacional. La situación no admite discursos triunfalistas.
A la fecha casi 955 mil quintanarroenses cuentan con el esquema de vacunación completo, que significa el 81% de la población objetivo, aproximadamente. Además, se ha alcanzado un poco más del 97% en cobertura de aplicación de primera dosis. Solamente cuatro estados rebasaron un 91% de cobertura de su población vacunada este mes: Ciudad de México (99), Quintana Roo (97),
Querétaro (93) y San Luis Potosí (91), según las estadísticas más recientes disponibles. Es una excelente noticia. No hay duda.
El tema es que, cabe insistir, no debe medirse el éxito por ese solo dato. Cada día más personas en el mundo reciben su vacuna para prevenir el covid-19, y en Chile por ejemplo, al 29 de octubre pasado, más de 27 millones de dosis habían sido aplicadas y un 90% de la población objetivo (que incluye a mayores de 6 años) ya recibió ambas dosis; incluso, se avanza rápidamente con la tercera dosis de refuerzo. Sin embargo, por estos días enfrenta un rebrote, u otra ola, como también se le llama.
El avance de la vacunación ha estado acompañado en el mundo con más libertades. En algunos países como el citado, se terminaron el estado de emergencia y el toque de queda, para dar paso a los cambios de aforo en todo tipo de recintos. Las cuarentenas estrictas son cosa del pasado. Esas determinaciones han sido parte del problema, porque al ignorar el distanciamiento físico y algunas actitudes clave como el uso del cubreboca en espacios públicos, se asume que facilitan la propagación, sobre todo en quienes son considerados portadores naturales, asintomáticos y negacionistas.
La operación técnica y la tarea en equipo deben ser reconocidas en su justa dimensión; es decir, como un gran avance que implica un esfuerzo mayor de todas las instancias involucradas, y también de la gente que accede a ser vacunada, pero no como la solución a la emergencia. La proyección es positiva, por lo que se necesitan más dosis de cuidado para no perder lo ganado. El contexto sigue siendo de relativa incertidumbre.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 1 DE NOVIEMBRE DE 2021).