Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Este verano podrían llegar 2 millones 800 mil turistas internacionales al Caribe mexicano. La cifra es inferior a la temporada de 2019, cuando arribaron 3 millones 600 mil. Ni se diga a la de 2020. El pronóstico más alegre de mayo pasado fue que el destino recuperaría el 100 por ciento en el actual periodo, e incluso rebasaría los indicadores turísticos previos a la pandemia, pero no será así. ¿Qué pasó? La baja se atribuye al incremento de casos Covid en el estado y al sargazo, que este 2021 registraría el recale más cuantioso.
Lo primero que debe reconocerse es la recuperación sostenida de Quintana Roo. Los números en empleos son alentadores (más de 35 mil rescatados este año), lo cual refleja la situación positiva de la economía, impulsada principalmente por la ocupación hotelera y la derrama. Se llegó a tener cero por ciento en 2020 y hoy 70% aproximadamente. Es una realidad innegable, que se explica por la promoción, las estrategias de captación y los atractivos, aunque también por la apertura permanente de las fronteras nacionales y la exención de cuarentenas obligatorias que aplican otros países de la región. El fin de semana hubo otro récord de operaciones aéreas y hasta los cruceros vuelven: 24 atracarán en Cozumel entre mes y el próximo.
Lo segundo, es explicar los desafíos que han frenado el ánimo, que en un panorama de riesgo se acotan a dos: el color del semáforo, con índices preocupantes en algunos destinos de la Riviera Maya. El estado continúa en el «top cinco» de los que pintan naranja en el escenario nacional, con alertas activas en Tulum, Puerto Morelos, Playa del Carmen y Cozumel. Y el sargazo, una alga que navega prácticamente sin control hasta depositarse en aguas someras o arenales, con esfuerzos evidentemente insuficientes de quienes coordinan la contención.
Ambas noticias son conocidas en los ámbitos nacional e internacional debido a la difusión masiva en medios y redes sociales. La pandemia, por supuesto, es la principal causante de no lograr los objetivos, pero el sargazo sigue retrasando la reapertura mayor. Comenzó a llegar en abril, y por estas fechas las imágenes de Playa del Carmen y Mahahual son impactantes. En todo el estado, de mayo a julio de 2019 se recogieron 38 mil 892 toneladas; en 2020 se acumularon 19 mil 54 toneladas, y hasta el pasado 23 de mayo se habían recolectado 10 mil 462 en altamar y en las playas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Marina, que prevé una desaceleración en septiembre.
No cabe duda: dichos factores ahuyentan a los turistas, que calculan los retos como nunca antes. Tanto la pandemia como el sargazo son fenómenos globales, los cuales obedecen a situaciones que escapan a la voluntad de sortearlas. «A esperar que la naturaleza sea más benévola», suelen decir en círculos turisteros.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 28 DE JUNIO DE 2021).
