Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 «A partir de este momento nosotras tenemos el control de esta cuenta» fue el tuit de «Tus Diputadas Morena» cuyo nombre original es: «@DiputadosMorena», la plataforma en dicha red social que difunde actividades y acciones de la bancada en la Cámara baja. En otras oportunidades, han replicado consignas del movimiento feminista, de quienes están a favor del aborto o del presupuesto 2022 con igualdad sustantiva. Más que eso, las mujeres han marchado, legislado y pronunciado sentidos discursos. Se están «tomando» los espacios. Literal y figurado.
Lo anterior se dio ayer, en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Es justo y sano. Aun cuando perduran desde el micromachismo hasta las manifestaciones abiertamente violentas, el avance del movimiento incentiva la reflexión para una sociedad más equitativa e igualitaria. Han visibilizado las temáticas que antes eran tabúes o solapadas, dando paso primero a la exhibición, después al cambio de actitud y, por último, al ajuste de las reglas sobre convivencia. Falta mucho en distintos ámbitos, pero se avanza con pasos firmes hacia una comunidad más tolerante y respetuosa.
Un ejemplo: Nuestra Cámara de Diputadas y Diputados, explica la diputada federal morenista Anahí González, implementa acciones estratégicas en favor de la igualdad de género, la igualdad sustantiva, y la eliminación y erradicación de la violencia política de género, con fin de enfrentar una realidad histórica, política y social de desventajas hacia las mujeres.
A través de reformas y nuevas leyes con perspectiva de género, lenguaje accesible, incluyente y no sexista, así como el enfoque de derechos humanos, consolidamos un parlamento sensible al género: Se destina un 3,3% del total del Presupuesto 2022 en reducir la desigualdad de género entre hombres y mujeres; o sea, más de 232 mil millones de pesos que representan un 75% más que la partida de hace un año, detalla a pregunta expresa la representante del Distrito 2 de Quintana Roo.
Todos los tipos de violencia hacia las mujeres (incluidas las niñas, por supuesto) son condenables en un país donde la transformación y la esperanza son ejes centrales del discurso de las autoridades, y de una sociedad que las ha respaldado en las elecciones.
Ya comenzó el cambio al respecto. No hay retorno. La meta es desterrar la violencia, sin tregua ni condiciones en una época con mujeres protagonistas. Las iniciativas les competen por mérito propio.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 26 DE NOVIEMBRE DE 2021)
