Destapes sin méritos

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Los términos que más se repitieron en redes sociales tras la declaración de Roberto Palazuelos sobre su intención de ser candidato a gobernador, fueron «farándula», «banalización» y «frivolidad». Para quienes se expresaron en dichos términos contra la nueva contratación de Movimiento Ciudadano, «la política es para profesionales». Se puede discrepar en torno a qué se entiende por profesionales y quiénes lo han sido, aunque el fondo de la crítica se comprende: la inexperiencia partidista y la falta de conocimientos gubernamentales, no son toleradas por la ciudadanía.
Los internautas no lo tomaron a bien. Tampoco en círculos políticos y periodísticos. Palazuelos es, quizá, un actor conocido y un empresario destacado en Tulum, pero desconoce las grandes ligas de la política. Los entresijos de la política suelen ser descubiertos cuando se ha acumulado experiencia suficiente: negociaciones, capacitación profesional, un bagaje que acompañe al deseo, entre otros valores que evidentemente no tiene. Hay un aspecto más que preocupó el miércoles cuando lo declaró: «¿Quién no quiere ser gobernador de Quintana Roo?», preguntó sin rubor.
Esa manifestación encierra, aparentemente, no solo una aspiración política, sino de imagen y de otros múltiples intereses. Tales afirmaciones pueden aceptarse -incluso sin más cuestionamientos- a quien nació en una familia con historia política o ha consagrado su vida a una carrera relacionada, con cargos importantes en su haber, pero no fácilmente se le admite a quien no tiene nada de aquello. Para algunos, una persona con cierta fama como él será utilizada por Movimiento Ciudadano para asegurar la cantidad de votos que le permita sobrevivir como partido. Hasta ahora se sabe que va solo en la competencia del 2022, por lo que una carta fuerte es imprescindible a falta de aliados.
No es el único que, sin méritos visibles, levanta la mano en un contexto de efervescencia. Por ahí aparecen Nivardo Mena y otros que, aun cuando perdieron en junio pasado, mantienen vivo el deseo de buscar la silla grande. También para el Congreso del estado, claro está. Es cuando su pregunta «¿y quién no quiere»?, cobra sentido y sospecha.
Es una época de cambios serios y profundos, sobre todo en Quintana Roo, con una alternancia histórica en los municipios. El trabajo profesional está a prueba. No son tiempos para improvisados ni para experimentar frente a una sociedad desconfiada, crítica y cansada de ensayos fallidos.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 15 DE OCTUBRE DE 2021).