AGENCIAS >> La actual crisis del coronavirus puede llegar a cobrarse 230 millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Este es el cálculo actualizado que ha publicado la Organización Internacional del Trabajo (OIT) este martes; que augura que en Europa ocho de cada 100 ocupados pierdan su trabajo debido a la pandemia. Lo que equivale a unos 12 millones de trabajadores a tiempo completo.
Unos números propios de la «la crisis más grave desde la Segunda Guerra Mundial», según ha descrito la entidad en su documento. La escalada de la pandemia y su extensión por todo el globo ha obligado a la OIT ha rehacer sus previsiones iniciales y multiplicarlas prácticamente por 10, pues el pasado 18 de marzo estimó que la destrucción de empleo derivada del covid-19 sería de unos 25 millones de empleos antes de finalizar el año. Las facilitadas este martes no concretan la extensión temporal de la destrucción de empleo.
El comercio, tanto al por mayor como al por menor, las actividades inmobiliarias y todas aquellas actividades relacionadas con el turismo o la restauración concentrarán el principal impacto. Que son, a su vez, los gremios que peores salarios pagan a sus trabajadores.
Según las tablas de la OIT, todos los grupos de profesiones más damnificados por el covid-19 pagan por debajo de la media y todos los que menos impacto (como la enseñanza, los sanitarios o el resto de servicios públicos esenciales) recibirán cobran por encima de la media. La conclusión del informe indica que la actual crisis la pagarán los más precarios.
A nivel territorial, el informe de la OIT señala a Oriente Medio y los estados árabes como los más perjudicados por el covid-19. Pues si bien a nivel mundial se perderán el 6,7% de las horas trabajadas, en dicha zona el perjuicio será del 8,1%. En Europa será del 7,8%, en Asia y el Pacífico del 7,2%, en todo el continente americano del 6,3% y los menos perjudicados en términos de empleo serán los africanos, con una pérdida del 4,9% de las horas trabajadas.
Tras la rápida evolución de los acontecimientos, la OIT ha manifestado cautela con sus previsiones y las ha condicionado, en buena parte, al papel que adopten los gobiernos, tanto nacionales como supranacionales. «El posible aumento del desempleo mundial en 2020 dependerá sustancialmente de la rapidez con que la economía se recupere en el segundo semestre del año y de la eficacia de las medidas políticas para impulsar la demanda de mano de obra», sostiene la entidad en su informe.