Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Uno de los porcentajes que llama la atención de las encuestas para la gubernatura, por estas fechas, es sobre las «personas indecisas», cuya cifra es superior a la que tiene cualquier candidato en la parte más baja de la tabla y que, por otro lado, pudiera definir el triunfo entre los primeros dos lugares, o entre el segundo y el tercero. En algunos sondeos se muestra con 20%. Es un porcentaje alto. ¿Qué hacer con ese número?
Los partidos, las coaliciones y las candidaturas deberían tratar de conquistarlo, o al menos ir por un dígito de esos dos que se promedia ya cerca del 15%. Para Mara Lezama, respaldada por Morena, la 4T y el lopezobradorismo (que son votos «cautivos» de algún modo), significaría la ventaja absoluta que le da con holgura casi medio centenar de ejercicios; en tanto para el tercer lugar, implicaría alcanzar la medalla de plata del segundo. La tabla de posiciones se movería irremediablemente si un sector de los indecisos se convence antes del 5 de junio por una u otra opción.
Para los de la parte baja representa la salvación. Por ejemplo, si hoy a un partido como el Movimiento Auténtico Social las encuestas le otorgan una intención del voto cercana al 3% (con Nivardo Mena como candidato), el registro puede consolidarse si conquistan el uno por ciento de ese total de indecisos que sí quiere votar, le gustaría participar, pero no sabe hoy a quién elegir. La salvación implica registro, honor, prerrogativas, posiciones de poder y seguir compitiendo.
Esta semana comenzarán las campañas para la gubernatura y días después, hacia el 18, en los 15 distritos electorales locales. Para las dos batallas (gubernatura y Congreso local) deberán prepararse estrategias diferentes para seducir a ese número de indecisos. A veces basta con una plática cara a cara con el interlocutor, aunque en otras ocasiones será necesario exhibir un paquete de propuestas interesantes, que resuelvan problemas, abatan rezagos o dejen atrás la indiferencia.
Todos los equipos tienen trabajo. Las encuestas de arranque quizá no reflejen cuánto han logrado convencer desde los recorridos previos que vemos ahora, pero las primeras dos semanas son clave para demostrar si avanzan o retroceden; y a partir de entonces, se podrá determinar con más claridad si atacan con eficacia dicho segmento de personas indecisas, capaces de reconfigurar el panorama. Los votos cautivos, o votos movilizados, también abonan en esa misión que no solo pertenece a quien ostenta la candidatura.
Serán días importantes en los cuartos de guerra.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 28 DE MARZO DE 2022).